«Hago un show para todas las edades. Traéd a vuestras madres, se lo pasarán muy bien»

—Este fin de semana será la primera vez en Tarragona.

—Efectivamente, este es un espectáculo que hace años que lo hago en tierras valencianas, y el 20 de mayo hice la primera incursión en Cataluña. Tampoco me adentré mucho, actué en Ulldecona, con dos funciones que fueron un éxito. Digamos que estoy haciendo un poco el camino de Jaume I, pero a la inversa.

—¿El título del espectáculo es una frase que se ha oído decir mucho?

—Sí, me lo dicen muchísimo. En las redes sociales tengo muchos seguidores que me felicitan mucho, pero después, cuando me conocen en persona, me dicen eso, que en persona gano. Pero es que aparte, a mí me gusta mucho el contacto cuerpo en cuerpo, bajar del escenario, hablar con el público...

—Como una vedette...

—Sí, me gusta mucho esta comparación porque las vedettes son mis referentes. Hay cómicos que tienen como referentes presentadores del late night americano, hombres hetero, blancos, que trabajan para grandes cadenas de televisión. Yo vengo de una familia de orquesta y mis referentes son la verbena de pueblo. Y también La Cubana, Rubianes, La Maña... esta cosa de El Molino. Hago un show muy transversal, que gusta a todas las edades. También hablo mucho con las mujeres mayores: traed a vuestras madres, porque se lo pasarán muy bien.

—También es un referente del humor en valenciano: no ha cambiado nunca la lengua para llegar más lejos.

—No, porque el valenciano es mi lengua materna y cuando hablo a una cámara o subo a un escenario, la voz que sale es mi voz, aunque sea ficción. Y nunca me he sentido limitado por eso. Me dicen «si hablases castellano podrías actuar en Vigo». Y yo los digo «¡coño, y en Lima, Perú», pero yo no quiero ir a Lima a hacer monólogos!

—Como ha comentado, tiene muchos seguidores en las redes sociales, dónde ofrece píldoras que tienen mucho éxito. Comparado con eso, hacer una hora y media de espectáculo haciendo reir a la gente me parece una proeza.

—Pues cuando acabe el espectáculo mucha gente me dice que se le ha hecho corto. La clave es la proximidad: un cómico, por muy bueno que sea, por muy buenos chistes y buen guion que tenga, si no conecta con el público, es un desconocido. Lo que intento es que la gente sienta que soy un colega, un amigo que ha venido a casa a comer, como si nos conocieramos de toda la vida. Esta es la clave, junto con el ritmo: yo no me quede quieto, ocuoe todo el espacio, y eso también es entretenido. Y, además, en Tarragona, vengo con una carta en la manga.

—Siguiéndote en las redes es fácil de adivinar por dónde va: ¿esta carta tiene alguna cosa que ver con elAmparito Roca ?

—Pues sí, este es un pasodoble que siempre me ha vuelto loco, y hace poco he descubierto que en Tarragona es como un himno de las fiestas. Curiosamente, con su compositor hay una conexión valenciana muy interesante. He contactado con Jordi Masip, director de la Banda Unió Musical de Tarragona, y estarán conmigo el sábado, durante todo el show. ¡Cuarenta músicos! Ríete tú de los shows americanos, que tienen una banda de cuatro músicos: ¡yo tendré cuarenta!