Tradiciones
La Romería del Rocío de Tarragona se reencuentra con los fieles después de la pandemia
En torno a 600 personas pasaron por el encuentro o participaron en los actos, según los organizadores
Con una Salve Rociera acabó ayer a mediodía la Romería del Rocío, que este año se ha podido realizar con normalidad reencuentro después de dos años de restricciones a causa de la pandemia. La imagen salió el viernes a mediodía de la iglesia de Sant Pere del Serrallo para recorrer el camino hasta la ermita de Loreto, a las afueras de la ciudad. Allí quedó custodiada hasta el lunes, mientras los peregrinos celebraban la fiesta a las casetas instaladas en el terreno de acampada próximo al edificio religioso. El domingo hubo una misa deÁngelus enla ermita, después de la cual la imagen salió en procesión. Las fiestas continuaron hasta ayer, cuando llegó la hora de la despedida y las personas que se quedaban en el lugar de la romería se reunieron para entonar la Salve Rociera que cerró la celebración. En ningún momento faltaron los gritos tradicionales de viva la vírgen de Rocío i guapa, guapa y guapa, dirigidos en la imagen religiosa.
La presidenta de la Asociación Cultural Andaluza, Luisa Márquez, organizadora del acto, indicó al concluir que «a pesar del miedo a que ha habido, y que viene de otros años por la pandemia, la gente se ha volcado a venir. Por eso consideramos que la fiesta ha sido positiva al cien por cien». Márquez cifra en cerca de 600 personas al público que ha llegado a pasar por la romería en estos días.
Con respecto al recinto festivo de casetas, este año ha habido ocho, en contraste con los años anteriores a la pandemia, cuando eran 13 o 14. «Hemos intentado reanudar la festividad y creo que ha ido bien», añadió. Lo hacemos desde el año 1984. Pienso que vamos por buen camino, porque en la fiesta también tiene que estar la convivencia con los amigos», concluyó. Otra de las asistentes, Úrsula Marín, insistió sobre este punto, afirmando que «lo más importante es el sentimiento».
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«Compartir, reír y llorar por los que ya no están», añadió. «Aquí tenemos uno sensación de compañerismo durante unos días y es una experiencia muy bonita. Hay fe, y el sentimiento de compartir». Marín también dijo que «este es el Rocío del reencuentro. Hay muchos niños que no lo conocían, y que ahora lo vean nos hace muy felices», dijo.
Con ella coincidía Loli Castellanos, en que decía que lo que pasa a Rocío «no se puede explicar. Hay una emoción interior de devoción a la virgen, y la alegría de ver a mis nietos que todavía no habían estado nunca aquí». A su lado estaba su hija, Vanessa Sánchez, acompañada de los más pequeños, que explicaba cómo las criaturas habían participado desde el primer momento en las celebraciones y se habían sumado a los gritos de celebración hacia la imagen religiosa. Con esta Salve, pues, se cerró el Rocío de este año.
La Asociación Cultural Andaluza tiene como objetivo promover y difundir el mantenimiento de lazos culturales y sociales entre sus socios, amigos y simpatizantes con el pueblo andaluz, su cultura y sus tradiciones. Últimamente ha participado en otras recuperaciones de tradiciones andaluzas en Tarragona, como la procesión de la Virgen de Araceli en Torreforta, el 6 de mayo pasado, que había caído en desuso.