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Educación

Tarragona aumenta un 275% los inscritos a las pruebas del C2 de catalán

Un total de 334 personas se apuntó al examen del certificado, obligatorio para ejercer de maestro y profesor a partir del 2024

Cataluña ha contado con un total de 6.909 inscritos, 4.546 más que el año 2021.

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Tarragona ha aumentado este año el número de inscritos a las pruebas del certificado del nivel superior de catalán C2 un 275,28%. Un total de 334 personas se ha inscrito para el examen de 2022, mientras que en el 2021 se apuntaron 89. Este incremento se debe al hecho de que la Generalitat obligue a maestros y profesores a tener el título a partir de 2024 con el fin de ejercer como docentes. Así lo señala la subdirectora general de Política Lingüística de la Generalitat de Catalunya, Marta Xirinachs: «El hecho de que el Departamento de Educación pida el nivel C2 a partir de 2024 ha disparado la demanda». Los profesionales en activo también lo tendrán que acreditar, pero tendrán más tiempo de margen.

La situación en Tarragona es un ejemplo del resto de Catalunya, que ha vivido un año de participación récord con 6.909 inscritos, mientras que el año pasado se contabilizaron 2.363. Estas cifras suponen un 192,8% de aumento. La otra localidad donde se hacía el examen en el Campde Tarragona, Reus, también ha visto crecer el número de personas apuntadas, ya que ha pasado de los 83 de 2021 en los 215 de 2022 (un incremento del 159%).

El Departamento de Cultura, encargado de la convocatoria de las pruebas, ha tenido que formar a 125 nuevos examinadores para absorber toda la demanda, tal como expone Xirinachs. «Hemos atendido todas las inscripciones que hemos recibido adecuando los recursos a la demanda», asegura la subdirectora general de Política Lingüística. La Generalitat anunció la obligatoriedad del título para ejercer la docencia a finales del pasado enero, durante los primeros días del plazo de presentación de solicitudes de examen, que duró hasta el 9 de febrero. La tasa ordinaria para realizar las pruebas del certificado C2 de catalán es de 55,75 euros. Hasta ahora, sólo era necesario tener acreditado el nivel C1, el cual los estudiantes conseguían cuando se graduaban en Educación Secundaria Obligatoria (ESO).

La parte escrita de la prueba se realizó el sábado 30 de abril, mientras que la parte oral se repartió entre la tarde del mismo día 30 y el 7 y el 14 de mayo. La fecha de publicación de resultados, tal como indica en la web, será el próximo 31 de octubre. Las otras ciudades donde se realizó el examen, aparte de Tarragona y Reus, son Barcelona, Girona, Lleida, Vilanova i la Geltrú, Vic, Tortosa, Terrassa, Sabadell, Manresa, Mataró, Igualada y Granollers.

Opinión de los docentes

La obligatoriedad de tener el certificado del nivel C2 a partir de 2024 ha provocado que muchos estudiantes, graduados y profesionales del sector de la educación se hayan presentado a las pruebas o tengan intención de presentarse a las próximas convocatorias. «Hasta que no comunicaron que sería obligatorio, no tenía ninguna intención de presentarme», manifiesta Arnau Jounou, graduado en Educación Primaria el verano pasado en la Universidad Rovira i Virgili y residente en Riudoms. Jounou ha ejercido de monitor de comedor a Tarragona y ya ha podido ejercer de maestro endiferentes escuelas cubriendo bajas. Tiene la intención de presentarse en los próximos años para obtener el certificado, pero todavía no sabe cuando , ya que también se plantea realizar un máster el próximo curso. Sin embargo, considera que para los docentes jóvenes es una buena medida: «Siempre exigimos a los niños, pero los profesores también necesitan tener un cierto nivel de catalán». Con respecto a los profesores ya en activo desde hace años, Jounou cree que no tiene sentido obligarlos: «A una maestra a la cual le quedan seis años para jubilarse no la tendrías que hacer estudiar ahora para este examen».

Un caso similar al de Jounou es el de Vinyet Poch, residente en la Bisbal del Penedès, que ha ejercido de docente sustituta a escuelas de Barcelona, de monitora de comedor y veladora. «Me quiero presentar en el 2023. Este año lo he intentado, pero ya había acabado el plazo de solicitudes», señala. Poch también opina que los docentes tienen que tener un buen nivel de catalán, pero «es necesario que este nivel se aplique a las aulas». «Se tiene que poner énfasis en la lengua, y para conseguirlo quizás se tiene que formular una propuesta mejor», detalla Poch, quién cree que se podrían realizar formaciones o cursos. Está de acuerdo en que los profesionales nunca dejen de aprender: «No encuentro mal que te tengas que formar continuamente porque el mundo va cambiando y te tienes que adaptar».

A su vez, Desirée Mas, jefe de estudios en el Instituto de Altafulla y profesora de Catalán, considera la obligatoriedad del nivel C2 como «una medida de cara a la galería». «Tener un certificado no garantiza la buena calidad de las clases en catalán», apunta Mas, a quien se examinó hace años del nivel D, el equivalente en el C2 actual. Mas cree que los profesores en activo no se verán perjudicados por el cambio de normativa: «Es muy difícil que echen funcionarios, así que encontrarán la resquicio legal o darán una moratoria para conseguir el certificado».

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