'La coentor' de Ivan Forcadell

La coentor es un término de uso habitual a la Comunidad Valenciana y, por extensión, en poblaciones del sur de Catalunya como Alcanar, pueblo de nacimiento del pintor Ivan Forcadell (1993). La expresión hace referencia al estilo extravagante, kitsch o chillón, si bien no siempre entendido de forma peyorativa, y es también el título de la primera gran muestra individual del artista en Tarragona, que se inauguró el pasado sábado en el Mèdol Centre d'Arts Contemporànies.

La coentor de Ivan Forcadell está impregnada de este espíritu, y se expresa a través de uno collage coloreado y descarado, muy personal, que el artista califica de pop sucio. Forcadell, considerado un prodigio de su generación, se inspira en el universo popular y rural de Alcanar para poner en valor las cosas pequeñas, de apariencia cotidiana, mezclando pintura, tejido, cerámica y tinta.

La exposición está comisariada por el crítico de arte Gabriel Virgilio Luciani y ocupa las Golfes de Casa Canals. De forma complementaria, el Museo de Arte Moderno acoge la producción cerámica. Además, Forcadell se ha llevado a Tarragona fetiches de su colección personal, objetos inspiradores y coents, que habitarán estos días la planta noble de Casa Canals, en una especie de ocupación de los espacios tradicionalmente burgueses.

Durante la presentación de la exposición, Vicent Fibla, director del Centro de Artes, subrayó «la proyección y la calidad productiva de Ivan Forcadell, que ha expuesto en galerías privadas en el ámbito internacional y con piezas en importantes colecciones de todo el mundo, pero se estrena individualmente en Tarragona».

El joven artista, que vive y tiene el taller en Alcanar, inaugurará en pocos días otra muestra en Los Ángeles (Estados Unidos). Sin embargo, tal como subraya elcomisariode la exposición, «la muestra viene a ser una vuelta de Forcadell a sus orígenes tarraconenses después de participar en lugares como Francia y Estados Unidos». Gabriel Virgilio Luciani destaca también que, «en una operación subversiva», el artista «ha insertado casi sigilosamente la cultura campesina y canareva en las casas de los coleccionistas burgueses que se han visto seducidos por su trabajo». En este contexto, concluye el crítico de arte, «la Buhardilla, aquel lugar despreciado por las clases acomodadas, se convierte el lugar ideal para exponer su obra». Por su parte Manel Margalef, director del Museo de Arte Moderno, destacó «la gran diversidad de registros» de Forcadell y el buen momento en que el artista se da a conocer en Tarragona. «Su trabajo empieza a tener mucha difusión y ha sido aceptado en galerías y ferias del circuito artístico interesantes», concluyó. A estas alturas, Forcadell está trabajando en una versión del reloj de sol de 1792 que hay entre la plaza Major y la calle de la Generalitat de Alcanar. La previsión es que esta nueva interpretación de esta pieza histórica se instale en agosto en las Casas de Alcanar.

La coentor se podrá visitar en el Mèdol Centre d'Arts Contemporànies hasta el día 11 de septiembre.