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Amics de la Gent Gran de Tarragona requiere más voluntarios para absorber la demanda

La fundación hace acompañamiento emocional a 20 personas en Tarragona y tiene en lista de espera otras cinco

Imatge del berenar de la setmana passada a la cafeteria Colom21 de Tarragona.

Amics de la Gent Gran de Tarragona requiere más voluntarios para absorber la demandaGerard Martí

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«Es muy bonito que te vengan a hacer compañía y salgan contigo a pasear». Isabel Badia, vecina de Tarragona de 91 años, ha podido beneficiarse del servicio de voluntariado de la Fundación Amics de la Gent Gran en los últimos años. Actualmente, la entidad hace acompañamiento emocional a 20 personas en la ciudad y tiene otras cinco en lista de espera. La técnica social de la fundación en el Baix Camp, Tarragonès y Ribera d'Ebre, Magda Civit, insiste en la necesidad de conseguir más voluntarios. «Cuesta mucho conseguir», expresa. Amics de la Gent Gran es una fundación que lucha contra la soledad y la marginación social de las personas de la tercera edad a través del acompañamiento de voluntarios. Hoy día, en Tarragona hay 22, entre los que se encuentra Gloria Awad, quien lleva un año colaborando con la entidad y ha podido asistir a tres personas. «Me gusta ayudar», afirma.

Los voluntarios se desplazan al domicilio de aquellos que lo necesiten y les hace compañía o salen a pasear con ellos, juegan a juegos de mesa o leen un libro, entre otras posibles actividades. «El compromiso es encontrarse al menos un día a la semana durante dos horas. Nosotros adaptamos los horarios para facilitar el acompañamiento», explica Civit. Además, la entidad busca encontrar puntos en común entre la persona acompañada y el voluntario a la hora de definir el tándem y también hace seguimiento de la relación.

El acompañamiento, aunque pueden existir casos excepcionales, es para personas de más de 65 años. «La mayoría son mujeres. Ahora tenemos 18 mujeres y 2 hombres. Todos viven solos», apunta Civit. Según exponen desde la entidad, en el 2021 el 41% de las personas mayores manifestaron un aumento de su sentimiento de soledad durante la pandemia. Y aparte de la demanda de voluntarios, Amics de la Gent Gran también empezó hace un par de semanas la campaña Estiu en Companyia para combatir una de las épocas más duras del año para las personas que se sienten solas.

La fundación pide a la ciudadanía colaborar mediante donativos para hacer posible la campaña. El objetivo final es superar los 50.000 euros con el fin de hacer grandes comidas y celebraciones que acogerán a las personas mayores y el voluntariado en un encuentro multitudinario. El fondo también se destinará a hacer llamadas de apoyo emocional y visitas de refuerzo y organizar otras actividades, como salidas en barco, visitas culturales o paseos en grupo.

Un acompañante, un amigo

La Fundación Amics de la Gent Gran organiza diferentes actividades para reunir acompañadores y acompañados, como una merienda en la cafetería Colom21. A la merienda asiste Badia, quien contó con el apoyo de un voluntario después de recibir tratamiento de radioterapia, hace cuatro años. «Estaba sola en casa y es muy bonito que venga alguien», comenta. Sin embargo, hace unos meses dejó de formar parte del programa, en el momento de jubilarse su hija, Maria Teresa Rodríguez, una de las voluntarias de Amics de la Gent Gran en Tarragona. Ahora, Badia va con ella cuando hace su acompañamiento.

A su vez, Awad pasa parte de su tiempo con Àngels Pérez. «La Gloria me ayuda mucho», expresa Pérez, quién, como pasa muchas veces, llegó a Amics de la Gent Gran a través del Instituto Municipal de Servicios Sociales. «No saldríamos de casa sin los voluntarios», señala. Entre carcajadas, Awad explica que con ella en casa canta canciones de Serrat. «Me encanta», responde Pérez, quien sale a pasear y a coger un refrigerio a la plaza dels Carros, cerca de dondevive, cuando recibe la visita de Awad.

Otra voluntaria es Cristina Martínez, quien colabora con la entidad desde hace años. Actualmente, acompaña Guadalupe Piñana y su marido, Abelardo, quien asegura que «la voluntaria es fabulosa». «Es divina, muy afectuosa y tiene paciencia», añade Piñana. Desde hace un par de años, Martínez la ayuda a desahogarse, le da conversación y sale con ella a pasear. «Nos recomendaron que pidiéramos a un voluntario porque mi marido no está muy bien y eso nos ayudaría», explica Piñana, vecina del centro de Tarragona.

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