El Ayuntamiento de Tarragona envía cartas para reducir el mal uso de los contenedores cerrados

El Ayuntamiento de Tarragona ha enviado cartas valorativas a los vecinos del Serrallo, Cala Romana y Bonavista por su uso de los contenedores cerrados. Sin embargo, no todas las viviendas de estos barrios han recibido la carta, sino sólo aquellos con un comportamiento anómalo o los que hayan reciclado correctamente. Algunos receptores han protestado y han querido desmentir que reciclaran mal.

A su vez, el concejal de Limpieza Pública, Jordi Fortuny, explica que «la buena noticia es que los usuarios se quejen», ya que la intención es detectar los casos excepcionales y perfeccionar el sistema. Fortuny asegura que el consistorio quiere mejorar los mecanismos de recogida selectiva y su correspondiente valoración, con el objetivo de poder reducir la tasa de basura a aquellos que separen mejor la basura. La prueba piloto del sistema de contenedores cerrados, que sólo repercute a los de orgánica y restos, se implantó en el 2021 y funciona con tarjeta identificativa. Según el Ayuntamiento, los resultados hasta ahora son positivos, ya que ha crecido bastante la recogida selectiva.

Ahora, mediante el envío de cartas, se quiere combatir el incivismo, aumentar el reciclaje y romper con el anonimato para implantar una tasa justa. El consistorio ha enviado misivas de cuatro tipos: a los que sólo utilizan el contenedor de restos, a los que sólo utilizan el contenedor de fracción orgánica, a los que han hecho poco o ningún uso de las tarjetas y a los que han hecho un uso correcto.

La situación ha provocado una avalancha de críticas de vecinos en las redes sociales. «Lo invito a mi casa cuando quiera para demostrarle cómo reciclo», señala un usuario. Algunos vecinos de Bonavista también han criticado la situación y han pedido al Ayuntamiento que solucione otros problemas del barrio.

A su vez, Fortuny expresa que entiende las protestas recibidas y que el objetivo del Ayuntamiento es «rectificar y modular lo que entendemos por comportamiento normal». «Queremos hacerlo todavía mejor y, aparte de animar a la gente a reciclar, queremos detectar los casos excepcionales para tenerlos en cuenta», asegura el consejero de Limpieza Pública. Al mismo tiempo, afirma que desde el consistorio atenderán a todas las personas «que se hayan podido sentir ofendidas» para identificar las diferentes realidades.

El envío de cartas y el feedback entre los vecinos y la administración servirá para que la nueva ordenanza, adaptada a la nueva ley de residuos, sea más justa con respecto al pago de la basura y permita cambiar al modelo de gestión. «La normativa tiene que tener en cuenta el nivel socioeconómico y el nivel de participación en el reciclaje», detalla Fortuny, quien ya trabaja en la nueva ordenanza para poder hacerla entrar en vigor en el 2024 o, si es posible, el mismo 2023. Al mismo tiempo, el consistorio perfila el nuevo contrato de la basura. «Estamos en la fase de pulir todo esto, para prepararnos y no fallar», comenta.

Por otra parte, Fortuny pone en valor el aumento de la recogida selectiva en el Serrallo, Bonavista y Cala Romana, lo que ayuda a Tarragona a acercarse al objetivo normativo europeo de llegar al 55% de valorización de residuos en el 2025.

Además, también destaca que las buenas prácticas reducen el gasto para la incineración de residuos, la cual fue el año pasado de 4,2 millones de euros. Con la entrada en vigor del nuevo contrato de la basura, que incluye la ampliación del sistema de contenedores cerrados entoda la ciudad, Fortuny prevé ahorrar dos millones de euros anuales.

Otro de los objetivos del Ayuntamiento es reducir el número de bolsas dejadas fuera del contenedor, sobre todo enBonavista, ya que en el Serrallo y Cala Romana no existe la problemática de manera tan generalizada, según explica el consejero. En las cartas enviadas, Fortuny alerta de que realizar este acto incívico tiene como consecuencia una sanción de 100 o 300 euros.