El juzgado no acepta detener el proceso de eutanasia del 'pistolero de Tarragona'

La jueza responsable del Juzgado de Instrucción número 5 de Tarragona ha desestimado la petición presentada por los abogados de una de las víctimas y en la que pedía que se detuviera el proceso de eutanasia promovido por el denominado 'pistolero de Tarragona', la exagente de seguridad que disparó contra antiguos compañeros de trabajo a la sede de Securitas en Tarragona.

La jueza argumenta en su auto que la Ley que regula el derecho a recibir la eutanasia no atribuye ninguna competencia al Juez de Instrucción en relación con la ejecución o no del proceso para la muerte asistida.

Por otra parte, en el auto la jueza también desestima el argumento de la necesaria presencia del detenido en el proceso judicial. De hecho, señala que una de las finalidades de la prisión provisional efectivamente es la de asegurar el que el detenido esté presente al proceso, pero cuando «pueda inferirse racionalmente un riesgo de fuga». En este caso, pues, la presencia o no del acusado, no estaría relacionado, argumenta la jueza, con el riesgo de fuga que es la legalmente aplicable, «sino por su deceso».

En el auto la jueza considera comprensible la desazón de las víctimas, que podrían ver dificultado su proceso de resarcimiento, «pero eso podría producirse por otras causas sin que para evitar muchas de ellas el juez pueda adoptar ninguna medida». También añade que las víctimas pueden conseguir el resarcimiento por otras vías.

También afirma la jueza que en la petición para parar la muerte asistida, «las partes solicitantes no argumentan claramente que la pretensión de resarcimiento de las víctimas sea la finalidad última que quieren obtener con su petición». La jueza entiende que el resarcimiento para las víctimas sería el cumplimiento íntegro de la pena y el abono de la correspondiente responsabilidad civil, «y no sólo con la celebración del juicio y del correspondiente dictado de la sentencia cómo parecen sugerir las partes», y recuerda que el cumplimiento de una pena íntegra, «podría tardar años o ni siquiera llegar a cumplirse, sin que sea admisible someter el proceso de eutanasia del investigado a una demora de 10, 15 o más años».

Lesión medular

El vecino de Alcover, de origen rumano, Marin Eugen Sabau, que en diciembre de 2021 disparó contra sus excompañeros a las oficinas de Securitas en Tarragona, pidió la muerte asistida por la lesión medular que sufre desde que fue abatido por los Mossos d'Esquadra durante su huida después de atacar a sus excompañeros.

Marin Eugen Sabau, ingresado el hospital penitenciario de Terrassa, sufrió una «lesión medular incompleta» cuando el equipo los Mossos d'Esquadra consiguieron detenerlo en la masía abandonada donde se había escondido, disparándolo en los brazos y las piernas. Después de la detención, los médicos le amputaron una pierna y la lesión medular que sufre le provoca actualmente «una importante dependencia y dolor neuropàtic». El médico de Sabau avala la petición de la eutanasia.