Educación
Los másters con clases virtuales en la URV llegan al 56% después de la pandemia
De los 32 de la modalidad semipresencial o en línea ofrecidos el próximo curso, 17 han evolucionado hacia el formato digital en los últimos años
El inicio de la pandemia el año 2020 sacudió el mundo de arriba a abajo y cambió muchos hábitos del ser humano. Una de las numerosas consecuencias fue la transformación de las clases al formato virtual durante unos meses. Este periodo sirvió para conocer y potenciar nuevas herramientas de aprendizaje, de manera tal que la Universidad Rovira i Virgili vio el momento oportuno para dar un impulso a la modalidad en línea de sus estudios y ofrecer más flexibilidad al alumno. En el marco de este objetivo, el 56% de los másters del próximo curso contarán con clases virtuales. Es decir, 32 de los 57 másters. Después de la pandemia, un total de 17 másters han afianzado su formación en línea, sea con alternativas semipresenciales o completamente virtuales o con la evolución del híbrido hacia el formato 100% digital.
«Ya hace más de quince años que hacemos másters virtuales, pero con la pandemia les dimos el empuje que faltaba», expone a la vicerrectora de Proyectos Docentes y Estudiantes, Montse Pinent. La URV ofrece tres modalidades de máster: presencial, semipresencial o virtual. La dinamización del formato en línea ha permitido dar más alternativas a los alumnos. «Queremos adaptarnos al estudiante. Vemos que es necesario progresar hacia aquípor necesidad, ya que hay muchos estudiantes que también trabajan o son de fuera», comenta Pinent. Sin embargo, cada uno de los 57 másters ofrecidos por la URV tiene sus características particulares, lo cual también influye en el porcentaje de materias que se puede hacer a través del ordenador.
Uno de los másters que se transformó presencial a semipresencial el curso 2020-2021 fue el de Comunicación Estratégica, aunque la conversión ya estaba pactada antes del inicio de la pandemia. «Fue de casualidad. Teníamos la necesidad de adaptarnos para dar flexibilidad a los estudiantes y situarnos en el marco competitivo internacional, ya que tenemos muchos alumnos que trabajan y también otras comunidades autónomas y países», comenta a la coordinadora académica del máster, Marta Montagut. Pasar al formato semipresencial ha permitido aumentar considerablemente el volumen de matriculados en los últimos años.
Hasta ahora, los másters son los únicos estudios que la URV opta por convertir al formato digital, ya que «los grados presenciales no se quieren perder porque son una de las esencias de la universidad», afirma Pinent. Hoy día, tan sólo hay uno que se hace en modalidades semipresencial y virtual, el grado de Antropología y Evolución Humana.
Estudiantes internacionales
La vicerrectora de Proyectos Docentes y Estudiantes calcula que un 30% de los alumnos de máster de la URV son internacionales. En el caso del máster en Comunicación Estratégica, la coordinadora académica explica que el porcentaje llega hasta el 50% y muchos provienen de Sudàmerica. «El nuevo formado semipresencial, con un cuatrimestre en línea y tres meses de asistencia les da facilidades, por ejemplo, con el visado», manifiesta Montagut.
Uno de los estudiantes extranjeros favorecidos por la modalidad virtual es Tatyana Zaprzalka, originaria de Bélgica. Zaprzalka acabó el verano pasado el máster Derecho de la Empresa y la Contratación, totalmente en línea. «Después de hacer la carrera de Derecho y un máster a mi país, decidí hacer otro derecho nacional de España porque quería venir a vivir allí, así que miré opciones y encontré el de la URV, que me pareció muy interesante», señala. El curso académico lo siguió, en su totalidad, desde la habitación de su casa, en Bélgica.
Al acabar las clases, tuvo que desplazarse hasta Tarragona, esta vez sí, para realizar las prácticas en Salvat Advocats, una firma multidisciplinar de letrados y economistas de Reus. Además, este último curso, gracias a su formación, ha podido impartir clases en la misma URV. «Por una parte, hacer el máster en línea fue una buena experiencia porque me ayudó a encontrar trabajo aquí y económicamente sale muy a cuenta, pero no lo volvería a hacer porque me pasaba muchas horas delante del ordenador, lo cual es muy agotador a nivel físico. Además, tienes una sensación de soledad porque no conoces a los compañeros ni los profesores de la misma manera que a una clase presencial», comenta Zaprzalka.
El caso de la UOC
La UniversitatObertade Catalunya es el centro educativo por excelencia de los estudios en línea de todo el territorio. Y muchos tarraconenses apuestan por continuar su formación educativa a través de la UOC. El curso 2020-2021, un total de 1.033 ciudadanos de la ciudad se inscribieron. El crecimiento más significativo se dio en los estudios de grado, ya que el 2020-21 contó con 644 tarraconenses, casi más de 100 que el curso 2018-2019. La delegada territorial de la universidad, Fanny Galve, subraya que «a raíz de la pandemia ha habido una reducción progresiva de la media de edad. Ahora tenemos muchas más personas de entre 17 y 21 años». Muchos de los alumnos, según Galve, trabajan y necesitan flexibilidad: Ponemos al alcance del estudiante todo lo que necesita para seguir el curso y poder autogestionarse el tiempo. Las carreras son estrictas, pero flexibles».