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Judicial

El retraso en la sentencia hace que quede libre uno de los pedófilos de una red de pornografía infantil de Tortosa

Christian A. abandona este viernes Mas d'Enric al agotarse los cuatro años de prisión preventiva

Los dos acusados de la red de pornografía infantil destapada en Tortosa, Jean Luc Aschbacher (derecha) y Christian Arson (izquierda), sentados en el banquillo de los acusados.

El retraso en la sentencia hace que quede libre uno de los pedófilos de una red de pornografía infantil de TortosaACN

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Uno de los hombres juzgados por integrar una macro-red de pornografía infantil destapada en Tortosa ha salido de la prisión porque todavía no se ha dictado sentencia, según el auto en la cual ha tenido acceso la ACN. Christian A. ha finalizado el periodo de prisión preventiva, prolongado hasta un máximo de cuatro años. Agotado este tiempo y sin sentencia condenatoria, el procesado ha podido salir en libertad este viernes a las seis de la tarde del centro penitenciario Mas d'Enric de Tarragona, han confirmado a la ACN fuentes penitenciarias. El otro acusado y líder de la trama, Jean Luc A., finaliza la prisión preventiva en septiembre. Ambos fueron juzgados hasta el febrero pasado y se enfrentaban a penas severas de prisión.

Como medidas cautelares, se ha decretado la retirada del pasaporte, la prohibición de salir del país y comparecencias semanales en el juzgado. Ambos procesados son de nacionalidad francesa y se da la circunstancia de que huyeron a medio juicio en Francia, cuando se les juzgaba el año 2019 con cuatro miembros más de la red desarticulada en el 2015, ya condenados y encarcelados. Los dos fueron localizados meses más tarde y fueron nuevamente juzgados en Tarragona, desde noviembre a febrero pasados. La Generalitat se había personado como acusación particular en un caso destapado por la DGAIA.

El principal acusado, Jean Luc A., que se enfrentaba inicialmente además de 1.000 años de prisión por abuso sexual de menores, y grabar y distribuir pornografía infantil -con un centenar de víctimas identificadas, si bien podría haber muchas más-, reconoció de forma genérica los hechos, mientras que Christian A., colaborador suyo, lo negó, alegando que sólo era consumidor de porno. A las conclusiones finales se le solicitaban 200 años de prisión. El juicio, que duró tres meses, quedó visto para sentencia en febrero.

Esta, sin embargo, más de cinco meses después del juicio en la sección segunda de la Audiencia de Tarragona, todavía no está redactada. La fiscal jefe, María José Osuna, consciente de que se agotaba el límite de la prisión preventiva de los procesados y de la gravedad de los delitos, presentó un escrito solicitando que se notificara la sentencia y, si era condenatoria, que se prorrogara la prisión hasta la mitad de la pena. Pero la sentencia no se ha notificado y uno de los procesados ha podido salir en libertad, una situación, según la fiscal jefe, no muy habitual en el sistema judicial.

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