El consistorio urbaniza dos caminos en Torreforta después de años de quejas

Después de décadas de reclamaciones, ya se han cumplido los deseos de los vecinos del barrio de Torreforta. Este miércoles, se presentaron los resultados de las obras de urbanización y alumbrado del camino de los Horts y el asfaltado del camino Vellde la Canonja, dos vías históricas de la zona que se encontraban en un estado de abandono. Las actuaciones han tenido un coste total de 84.423,21 euros con IVA.

«No se trata de una obra muy compleja, pero ha supuesto un cambio muy importante para los vecinos de este lugar de Torreforta, especialmente para aquellos que tienen problemas de movilidad», declaró el alcalde, Pau Ricomà. El alcalde también detalló que la intervención llega después de más de dos décadas de reclamaciones vecinales «a fin de que se mejorara el espacio, que estaba sin urbanizar, con mucha hierba, y presentaba problemas de inseguridad».

El consejero de Territorio y Sostenibilidad, Xavier Puig, puso de relieve que el entorno en que se han efectuado las obras «estaba aislado», pero que ahora «ya forma parte del barrio». Sin embargo, puso de manifiesto que todas las actuaciones se han llevado a cabo «siempre de la mano de los vecinos y las vecinas». La presentación de los resultados contó con la presencia de representantes de la Federación de Asociación de Vecinos de Tarragona (FAVT), así como de residentes del barrio de Torreforta.

En el caso del camino de los Horts, la intervención ha permitido crear una acera a fin de que los peatones puedan pasear con comodidad y dejar la vía con un solo sentido de circulación. También se han dado accesibles los pasos de peatones del entorno para ayudar a la gente con dificultades de movilidad. Además, se han instalado nuevos puntos de luz LED, ya que hasta ahora no había ningún tipo de iluminación en el camino; una actuación que contribuirá a mejorar la seguridad de la zona.

Por otra parte, las obras en el camino Vell de la Canonja han consistido en sustituir el pavimento de la calzada, que era de cemento y que se encontraba deteriorado, por asfalto.

Hace un par de años, en una primera fase para arreglar la zona, el Ayuntamiento ya colocó placas con el nombre de las calles y mejoró la accesibilidad de la calle de Francolí mediante rampas en los pasos cebra. En aquel momento, el consejero Puig manifestó que el consistorio había dejado de volver la espalda» a los vecinos como había sucedido hasta entonces.