¿«Qué pasa, que no para de salir agua en la calle de Josep Pont i Gol»?

El ParcFrancolí es un «barrio vivo» y con «muy potencial». El presidente de su asociación de vecinos, Jordi Miguel, explica que todos los problemas que podía tener la zona se han ido solucionando durante los últimos meses o están en vías de hacerlo. A pesar de todo, hay un último quebradero de cabeza que martiriza la población: en la calle del ArquebisbeJosep Pont i Gol, bajo la autovía A-7, un agujero en una cañería de riego provoca inundaciones y todo lo que eso deriva, como malos olores y la proliferación de mosquitos. El dilema, sin embargo, no es reciente, sino que trae cola desde hace, como mínimo, una década.

Roser Barrio es miembro de la junta de la asociación de vecinos. Se instaló en el barrio el año 2012 y asegura que, entonces, ya existía esta cuestión. ¿«Qué pasa, que no para de salir agua?», se preguntaba su padre. «Al principio, no sabíamos de dónde salía porque no estaba tan limpia la zona. Había muchas cañas», analiza. Los técnicos encontraron el escape y colocaron un muro de contención de arena, cosa que paró la situación durante un tiempo. Con el paso de los años, se desgastó y el agua volvió a manar. Unos ladrillos unidos con cemento fue la siguiente medida de contención, antes de la llegada de la pandemia, pero también se deterioró.

Un grifo y una teja

No fue hasta hace poco que descubrieron que la cañería pertenece a la Agencia Catalana del Agua (ACA) y que está cedida a la comunidad de regantes. Este martes, los técnicos fueron a revisar la avería, pero cuando se marcharon, el agua seguía saliendo, dice Barrio. Ella misma se puso en contacto con el consistorio reclamando una explicación. Fue entonces que, según los vecinos, desde el consistorio se les informó de que el problema era que los regantes se habían dejado abiertoun grifo. Este miércoles, en la calle se han despertado con una teja superpuesta en el lugardonde está el escape. «Es un poco surrealista», valora a Miguel. Eso sí, de momento, ha dejado de salir agua.

A pesar de todo, Barrio afirma que, una vez se vuelva a abrir el grifo para poder regar, el tema volverá a salir a la luz porque el líquido se verterá por los lados de la pieza. «Este problema es recurrente. Ya intentaron arreglarlo una vez y otra, pero no ha funcionado», lamenta. No obstante, ahora prefiere ser positiva. «Todas las partes implicadas lo saben. Yo creo que, entre el Ayuntamiento, el ACA y la comunidad de regantes, intentarán encontrar una solución. Si no, seguiremos quejándonos», concluye Barrio.