La «familia» del ExpOtaku vuelve a reunirse ya sin las restricciones

«Yo empecé mirando Detective Conan i Pichi Pichi Pitch, pero me costaba aceptar que me gustaran estas series porque en mi entorno siempre había mucho rechazo». No fue hasta que Núria conoció Maite y la Crina que pudo asumir con naturalidad su verdadera pasión y, este año, decidió ir con sus amigas, disfrazadas de maids , en la duodécima edición del ExpOtaku, la feria deanime y cultura japonesa que reunió este fin de semana miles de personas en el Palau Firaly de Congresos. Una edición que, además, supuso el retorno a la normalidad, después de cancelarse en el 2020 y celebrarse en versión reducida en el 2021.

Las tres jóvenes aseguran que ya no las afectan comentarios despectivos a raíz de sus gustos como «eres rara», «eres friki » o «no te duchas». «Si te juntas con gente que te entiende, al final, todo eso te daigual», señala a Núria. «Ahora nos reímos de todo eso», afirma Maite. La cosplayer Artemis Mercader, vestida como Arataki Itto, uno de los personajes del videojuego Genshin Impact, también ha tenido malas experiencias por sus aficiones. «Si no tienes amigos otakus, no te suelen tratar bien», explica. Es por eso que la convención se ha convertido, con el paso de los años, en un punto de reunión para los aficionados de todo el Campde Tarragona. «Te sientes parte de una familia», declara Mercader.

Concursos de karaoke, torneos de videojuegos, talleres diversos, una zona de baile e, incluso, el espectáculo de El Bleda y Vulvarde , que cuentan con 223.000 seguidores en YouTube. Muchas eran las opciones que tenían los visitantes del ExpOtaku para entretenerse y pasar un buen rato. Los ojos de los más pequeños, sin embargo, este domingo iban en una misma dirección: habían encontrado a Katsuki Bakugo, uno de los personajes principales de My Hero Academia, andando tranquilamente entre los estands del Palau Ferial. Álex Fernández no se lo podía creer. Devoto de esta serie, no dudó ni un segundo enacercarse a Bakugo y pedirle una fotografía.

Bajo la peluca engominada y los guanteletes en forma de granada se escondía Eugenia, una chica «un poco tímida» y a quien no le gusta «la atención», que volvía al ExpOtaku por primera vez desde el 2015. «Había dejado de venir porque sólo había cuatro tiendas y los productos parecían copias». Se había aficionado en el mundo delanime gracias a TV3 . Fue amor a primera vista. Por las redes sociales, vio que, este año, en Tarragona había puestos de artistas «de verdad» y productos con etiqueta. Por eso, decidió darle una segunda oportunidad ala feria, y lo hizo disfrazada con suprimer«cosplay bien hecho». Y eso que lo hizo, en su mayoría, con productos reciclados o que ya tenía por casa: sólo tuvo que gastar dinero en la peluca, cartón y cinta adhesiva.

«A mí me gusta hacer el disfraz. Me interesa la parte del armamento y todo eso. Si pudiera, me gustaría tener una persona que se disfrazara por mí y yo le hiciera el traje. No he encontrado a nadie, así que, de momento, me lo pongo yo porque me gusta que la gente vea de qué soy capaz», concluye.

La multitud presente no estaba formada únicamente por tarraconenses, sino que había visitantes de todo el mundo. Es el caso de Blago y Kalina Ugrinov, dos jóvenes de los Estados Unidos. Blago se trasladó a Valencia hace ocho meses y su hermana lo había venido a visitar. Amantes delanime , reconocen que en su Indiana natal «no hay mucha cosa», motivo por el cual, cuando descubrieron que en Europa había convenciones de este tipo, decidieron aprovechar el viaje. «Eso es increíble. Es muy divertido. Me está encantando», relataBlago. Ellos también iban disfrazados. Eran Luffy y Perona, de One Piece .