El REFUGE-ED ofrece a los MENA «entornos de aprendizaje protectores»

Muchos de los refugiados que llegan a Tarragona estos últimos años son menores no acompañados. Estos se han tenido que marchar de manera forzada de su país sin ningún miembro de su familia a su lado y lo hacen con la esperanza de encontrar nuevas oportunidades en otros puntos del mundo, muy alejados de su casa. El proyecto REFUGE-ED, financiado por la Unión Europea y que cuenta con la colaboración del grupo de investigación MEDIS (Metodología de la Investigación Educativa con Impacto Social) de la Universidad Rovira i Virgili, es una iniciativa que quiere ofrecer oportunidades a estos chicos y chicas que han llegado aquí buscando una mejor vida.

«Lo que se busca es ofrecer entornos de aprendizaje protectores, donde puedan aprender el idioma y a la vez mejoren su estado emocional,» explica Regina Gairal, investigadora del grupo MEDIS. Este proyecto se ha implementado ya entres centros de primera acogida de la provincia que se sitúan en Tarragona, el Pla de Santa Maria y Santa Coloma de Queralt. En total, hay 46 centros y entornos escolares y centros de acogida en España, Italia, Grecia, Irlanda, Suecia y Bulgaria que están participando en el REFUGE-ED. «Desde la Universidad Autónoma de Barcelona nos contactaron por si queríamos colaborar en los tres centros de aquí y aceptamos sin dudar», asegura Gairal.

El principal objetivo es que los menores puedan aprender el idioma y mejoren sus expectativas académicas a través de lo que denominan «actuaciones efectivas de éxito». «Nosotros trabajamos con evidencias, con prácticas que ya se han demostrado internacionalmente que funcionan», explica la investigadora. Desde la URV creen que es muy importante tener en cuenta el contexto en el cual se encuentran los chicos, un aspecto clave a la hora de planificar la estrategia educativa. Por eso, lo primero que han hecho desde el grupo MEDIS cuando han llegado a estos centros ha sido una recogida de datos. «En esta primera fase entrevistamos a los menores no acompañados para saber cuáles son sus necesidades», expone Gairal. El siguiente paso ha sido formar a los educadores, a los que han dotado de las herramientas necesarias para llevar a cabo estas primeras actuaciones educativas de éxito.

Valoración positiva

El Servicio de Protección de Emergencia de El Pla de Santa Maria ha sido el primer centro que las ha puesto en práctica. El director, Lluís Gómez, asegura que «la valoración hasta el momento es muy positiva, nosotros pensábamos que sería muy difícil de aplicar porque somos un centro de emergencia donde hay mucha rotación de menores, pero al final ha funcionado muy bien». La primera actividad tuvo lugar el mes pasado con una «visita motivadora» a la universidad Rovira i Virgili. Se realizó la primera Tertulia Literaria Dialógica y después los chicos visitaron los laboratorios del departamento de Ingeniería Química, donde realizaron unos experimentos. «Fue una experiencia muy bonita para todo el mundo», asegura Gairal, que condujo la actividad.

Ahora, cada día se dan clases que se basan en hacer tertulias. «Hemos adaptado lo que hacemos a nuestra realidad, los chicos escogen un texto que trabajarán durante toda la semana», explica el director. A la vez, también se aprovecha para trabajar el vocabulario de los menores y su escritura. No es una tarea nada fácil, teniendo en cuenta que en el centro hay mucha rotación y muchos de los menores se marchan al cabo de unos meses. «Otro handicap es que aquí hay chicos de muchas nacionalidades, hablan todos idiomas diferentes y, a veces, cuesta arrancar la actividad. Sin embargo, hacemos una valoración buena de lo que llevamos haciendo hasta el momento», comenta Gómez.

Entre los tres centros disponen de 90 plazas en total para acoger menores no acompañados, pero a causa de las constantes rotaciones, son muchos más los que pueden beneficiar del proyecto REFUGE-ED. «Lo que queremos es contribuir a la mejora de sus vidas», concluye la investigadora del grupo MEDIS, Mireia Gairal.