Municipal
La acumulación de basura en la vía pública en la Part Alta se agrava durante el verano
Las AVs Part Alta y Ara Part Alta critican la falta de limpieza de la zona y el incivismo de algunos vecinos que dejan sus bolsas en medio de la calle
Una vez levantadas las restricciones por la pandemia, los turistas vuelven a pisar Tarragona. Las calles de la PartAlta se inundan cada día de visitantes que anhelan descubrir los secretos de la ciudad, pero, por los alrededores de la Catedral, se esconde una desagradable sorpresa: la acumulación de basura. En la plaza del Oli, la situación es especialmente compleja. Los contenedores de este lugar ya están llenos a tope de cajas, botellas y bolsas antes de llegar a la hora de comer. Siempre están los contenedores llenos porque lanzan la basura los restaurantes y los ciudadanos. A veces, no puedes ni entrar en la plaza y tienes que lanzar las bolsas desde lejos. Ves las montañas y ale, una más», denuncia Manel Rovira, presidente de la asociación de vecinos Parte Alta. «Es el barrio más abandonado de Tarragona», lamenta.
A pesar de ser un tema que trae cola desde hace años, Rovira analiza que, este verano, el volumen de basura que se ve por las calles se ha «duplicado» a raíz de la llegada de los turistas, cosa que provoca que los restaurantes y las terrazas «estén trabajando mucho» y, en consecuencia, generen más residuos.
«El problema no va a menos; va a más. No echo toda la culpa al Ayuntamiento, pero sí que lo culpo de no recoger la basura. Cuando tienes los contenedores llenos, dejas la bolsa en el suelo, no la vuelves a llevar a casa», declara Rovira.
Quim Castellví, presidente de la asociación de vecinos Ara PartAlta, también ha detectado que se está viviendo un verano «muy malo» y llega a calificar la limpieza del barrio de «cero». Recrimina al consistorio que la única actuación que lleva a cabo para revertir la situación sea «regar» las calles con «agua en abundancia», algo que, en su opinión, no se tendría que hacer porla situación de sequía que se está viviendo y porque se forman charcos que tardan ensecarse. Además, el agua salpica a las puertas, hecho que las oxida y las llena de «porquería».
Incivismo perenne
Para Rovira, sin embargo, los problemas no cesan aquí. Critica que hay una serie de ciudadanos que, en lugar de llevar la basura al punto de recogida, las dejan justo en medio de la calle y que, como no hay vigilancia, quedan impunes. «Para no ir al contenedor, que se tienen que desplazar 50 metros, lo dejan en la primera esquina y ya lo recogerá alguien», lamenta. Castellví también lo ha detectado y apunta que la basura «siempre prolifera en los mismos lugares». Es por eso que propone el retorno de la policía de barrio, de una patrulla de la Guardia Urbana que recorra a pie las calles y que se conozca la PartAlta para controlar cualquier irregularidad. «Estos señores que lanzan la bolsa de basura en el sitio que no les corresponde, ellos ya sabían quiénes eran y los avisaban», recuerda. «Se tiene que controlar y vigilar a la gente que lanza la basura en las esquinas. Sabemos dónde lo hacen, pero si no ponen a ninguna persona allí, la gente lo va dejando y ya lo recogerá alguien más», añade Rovira, que señala que se tendría que pasar a recoger la basura dos veces al día, sobre todo en verano, ya que con una«no hay suficiente».
Castellví advierte que la falta de limpieza no es la única cuestión que se tendría que abordar en el barrio, sino que también denuncia la incipiente inseguridad y el aspecto de «abandonado» que le transmite el casco antiguo. «Que somos patrimonio de la humanidad, Dios mío. Es lamentable y vergonzoso. A veces me da vergüenza decir que soy de Tarragona», concluye.