Limpieza
Bonavista llega al 62% de recogida selectiva con los contenedores cerrados
En el Serrallo y en Cala Romana, donde también se aplicó la medida, han alcanzado este verano el 72% y el 47%, respectivamente
Algunos vecinos de Bonavista se mostraron reticentes cuando, en octubre del año pasado, el Ayuntamiento decidió hacer en el barrio una prueba piloto que suponía el cierre de contenedores de orgánica y de resto. Una medida ideada para aumentar la recogida selectiva de residuos reciclados. Pues, ha pasado casi un año y, a pesar de las dudas del principio, los resultados están siendo muy positivos.
Los últimos datos registrados por el consistorio indican que en el barrio de Ponent la recogida selectiva en contenedores y desechería ha aumentado hasta el 62%, doblando el 31% de antes de que se cerraran los contenedores. En el Serrallo, donde esta medida se aplicó en agosto del 2021, se ha incrementado del 51% al 72% actual. «Estamos en muy buen camino para alcanzar los objetivos de la Unión Europea, que pide un 65% para el 2035», comenta Jordi Fortuny, consejero de Limpiezade l'Ajuntament de Tarragona. Bonavista ya se acerca a esta cifra, mientras que el Serrallo, de momento, la supera con creces. «Los datos de la evolución son buenos», comenta.
El otro punto de la ciudad donde se ha hecho esta prueba piloto es Cala Romana. En este caso, la recogida selectiva antes del cierre de contenedores era del 24%. Ahora, ha aumentado hasta el 47%. El incremento también ha sido muy notorio, pero, a diferencia de los otros dos barrios, durante este verano ha bajado el porcentaje un 2% respecto a finales del 2021.
«Durante los primeros meses ya hicimos una valoración positiva de los resultados, pero advertimos que hasta que no pasara un año no sacaríamos las conclusiones definitivas», explica Fortuny. «El comportamiento de las personas y la dinámica y actividad de la población en invierno y en verano es muy diferente», añade.
Por eso, el consejero de Limpieza aclara que «en Cala Romana, en invierno, teníamos valores más altos, pero ahora el hecho de que haya venido gente que tiene segundas residencias y la llegada de personas nuevas ha hecho que no se recicle tanto». Como han llegado meses después de la implementación de esta medida, «muchos de estos residentes no han entrado en la dinámica de hacer una buena recogida selectiva, los vecinos que están todo el año lo hacen bien, pero la masificación del verano hace que los resultados empeoren».
En el periodo estival, la ciudad ha sufrido un incremento sustancial de desperdicios: «Hemos notado que en verano ha subido la cantidad de residuos, sobre todo porque se ha incrementado la actividad comercial», apunta. Con el incremento del turismo, el consumo en bares y restaurantes también sube y eso se traduce en más basura.
Contentos, pero no satisfechos
«Aunque estamos contentos con los buenos resultados de la prueba piloto, no acabamos de estar satisfechos porque entendemos que en verano hemos encontrado algunas carencias que tenemos que corregir», confiesa al consejero de Limpieza.
En Bonavista, como la basura se ha incrementado y, además, la gente empieza a reciclar más, algunos contenedores acaban saturados: «A veces, se acumula basura al lado porque no cabe». Por eso, la idea es incrementar la capacidad de estos y también «cambiar algunos contenedores de resto, por unos de plástico, cartón y papel, vidrio u orgánico; ya que el incremento de la recogida selectiva nos lo permite».
Por otra parte, Fortuny apunta que el porcentaje tan elevado al que se ha llegado en el Serrallo también se debe a los tres servicios de recogida comercial (orgánica, vidrio y papel) que ofrece el Ayuntamiento a las diferentes actividades económicas. «La recogida comercial no puede abrazar toda Tarragona porque no hay disponibilidad suficiente», explica.
Por ejemplo, a Bonavista no llega. Al barrio de Ponent, sin embargo, los camiones este verano hacen tres turnos: «Por la mañana hay un vehículo exclusivo que recoge las bolsas de basura, mientras que en los turnos de tarde y noche hemos intensificado las veces que el camión pasa por el barrio».
Además, el consistorio ha apostado por reforzar la educación medioambiental a través de seis educadores que están hasta las 11 de la noche en la calle para detectar malas acciones y corregirlas. «A pesar de las dificultades, en Bonavista llegamos cada vez a niveles más altos de recogida selectiva, lo que es extraordinario, ya que es donde más islas de contenedores hay (30), mientras que en las otras hay 8 y 3», Fortuny.
Llegar a un 62% de recogida selectiva, significa también reducir la cantidad de basura tirada al contenedor gris, el de restos. «El 38% de restos se envía a la planta de incineración y se acaba quemando», explica el consejero, que añade que «por cada tonelada de residuos que se quema, se gastan 109 euros». Antes del cierre se quemaban 146 toneladas al mes en Bonavista, mientras que ahora sólo se incineran 89, según la consejería de Limpieza.
El gasto se ha reducido casi unos 10.000 euros. «Lo que hemos hecho es experimentar porque, a partir de la licitación del nuevo contrato de la basura, lo que queremos es implementar esta medida en toda la ciudad de Tarragona, pero escogiendo una estrategia diferente según las características de cada barrio», concluye.