Movilidad
La empresa de patinetes eléctricos Bird abandona Tarragona
La compañía de micromovilidad deja de operar en la ciudad un mes después de la llegada de Tier
La empresa de patinetes eléctricos Bird deja de operar en Tarragona. Después de empezar su actividad en enero de 2021, la compañía puso fin al servicio a principios de julio, un mes después, aproximadamente, de la llegada de los patinetes de Tier Mobility, la que se convirtió en la tercera empresa de alquiler de Vehículos de Movilidad Personal (VMP). De esta manera, sólo quedan dos operadoras: Tier i Reby. El objetivo del consistorio, tal como comenta el consejero de Territorio y Movilidad, Xavier Puig, es sacar a concurso público el servicio de patinetes eléctricos de alquiler compartido a fin de que sólo operen en la ciudad una o dos empresas. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento quiere seguir la misma fórmula con un nuevo servicio de alquiler de bicicletas eléctricas. «Queremos fomentar el uso de la bicicleta», expresa Puig.
El pasado enero abandonaron Tarragona las compañías Lime y Spin, lo que dejó como únicas operadoras a Reby i Bird, hasta que llegó a finales de mayo Tier Mobility. Tier repartió por la ciudad 400 patinetes, el máximo que permite la autorización emitida por el Ayuntamiento. La compañía posicionó a favor de la iniciativa del Ayuntamiento de hacer un concurso público para que sólo una empresa opere en la ciudad. La empresa apuntaba que lo más importante es la gestión de los aparcamientos y la seguridad y que, entonces, el hecho de que sólo haya un operador permitirá tener un mayor control.
Los VMP de Tier son los únicos que cuentan con casco integrado, que puede utilizarse de manera gratuita. A raíz de la aprobación de las modificaciones de la Ordenanza General de Convivencia y uso de los Espacios Públicos el pasado febrero, los usuarios de patinete eléctrico están obligados a utilizar el casco. De esta manera, Tier ofrece el accesorio sin necesidad que el usuario tenga uno propio, a diferencia del resto de compañías.
Precisamente, Lime abandonó Tarragona, entre otros motivos, a causa de la obligatoriedad de llevar el casco, según explicó la empresa. La sanción por incumplir la normativa es de 200 euros. Además, desde el pasado febrero, también se penaliza el hecho de circular con un VMP por la acera o una zona de peatones.
Reby, que junto con Bird fue la primera empresa enoperar en Tarragona, ofrece patinetes reciclables, con batería intercambiable y luces intermitentes. También es capaz de regular la velocidad y detenerse al detectar cuando se circula por una calle de peatones o zonas fuera de los límites establecidos.