El Ayuntamiento de Tarragona restringe el aparcamiento a un solar dels Quatre Garrofers

El Ayuntamiento de Tarragona ha incorporado barreras New Jersey en el camino que conecta la rotonda dels Quatre Garrofers con el barrio de Sant Pere i Sant Pau. El objetivo es darle prioridad y seguridad a los peatones y a los usuarios de bicicleta que circulen por el tramo, el que acaba con una roquera que cruza por encima de la autovía A-7.

«El espacio tiene que dar preferencia a los peatones y las bicicletas», asegura el consejero de Territorio y Movilidad, Xavier Puig, quien destaca que hasta ahora los vehículos ocupaban mucho espacio. Por este motivo, se ha instalado mobiliario con la finalidad de impedir el paso de coches. Muchos de los usuarios que circulan por este camino son estudiantes que diariamente se tienen que desplazar al Campus Sescelades de la Universitat Rovira iVirgilidurante el curso académico, aparte de vecinos de Sant Pere i Sant Pau que tienen la necesidad de desplazarse al centro por esta vía. «Es un camino muy transitado», expresa Puig.

Además de los peatones, también se ganará seguridad en el carril bici, instalado en este tramo desde finales del año pasado. «Uno de los problemas de este camino es que en el tramo bajo los coches invadían el carril», comenta al consejero de Movilidad.

Esta intervención también persigue el objetivo del Ayuntamiento de favorecer la conectividad de los diferentes puntos de la ciudad a través del carril bici. El consistorio, a través de diferentes actuaciones, quiere generar toda una red de carriles bici que enlace todos los instalados hasta ahora.

El segundo tramo del carril de Pere Martell y la tercera fase de la fachada marítima (que conectará la playa del Miracle con el Fortí de Sant Jordi y el paseo de Rafael Casanova con la rotonda de la Savinosa) son algunas de las próximas actuaciones, aparte de los carriles bici que se quieren generar en la T-11 y la N-340 para conectar el centro y Ponent.