Diari Més

Municipal

Una vecina del Serrallo restaura los dos murales solidarios dañados por los grafitos

La artista, Maria Cristina Barral, ha llevado a cabo las actuaciones en las calles Gravina y d'Espinach

Barral (de negre) i Julbe, amb unes residents del barri davant d'un dels murals afectats pels actes vandàlics.

Una vecina del Serrallo restaura los dos murales solidarios dañados por los grafitosCedida

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Maria Cristina Barral, una vecina del Serrallo, ha restaurado de manera altruista los dos murales solidarios dañados por las pintadas vandálicas. El fin de semana de la Virgen de Carme, los residentes se despertaron con la noticia que una serie de grafitos habían ensuciado algunos lugares del barrio, incluidas las dos obras pictóricas en la calle de Espinach y en la calle Gravina. Fue entonces que Barral se ofreció «libremente» y «de forma altruista» a reparar los murales, según apunta David Martín, presidente de la asociación de vecinos (AVDA). El día 8, el artista, junto con Antonio Julbe, empezó las actuaciones y, en sólo dos días, pudo presentar el resultado a sus conciudadanos. «Ha quedado perfecto», valoraMartín.

El portavoz vecinal rememora que ya había conocido con anterioridad a Barral y que ella le había explicado que era artista. «Habíamos pensado en contar con ella si hacemos algún mural más en un futuro», detalla. El destino quiso que, en lugar de pintar una pared, tuviera que reparar unos daños, pero Martín revela que Barral será una de las opciones prioritarias que se valorarán de cara a la siguiente fase del proyecto artístico del barrio: se pretende que se pinte otro mural al acabar el verano. No obstante, antes hará falta encontrar un espacio donde dibujar y llegar a un acuerdo con el propietario del local.

Desde hace años, el barrio del Serrallo promueve una serie de actuaciones con el objetivo de embellecer las calles y rendir un tributo a los vecinos y a los oficios tradicionales. «El mural acostumbra a basarse en una fotografía. Detrás hay un pasado, una persona, una barca, una forma de vida», señala Martín. Por este motivo, asegura que los vecinos se sorprendieron al ver las pintadas. «Pensábamos que había la cultura del respeto dentro del gremio del arte urbano, que los murales se respetarían, pero parece que esta persona no tuvo sensibilidad con nada», concluye.

Esperando la pacificación

El barrio del Serrallo está en proceso de pacificación de las calles Gravina y de Sant Pere después de aprobarlo en asamblea hace un par de años. Según Martín, el Ayuntamiento dio el visto bueno a la propuesta y ya sólo queda esperar. «Espero que me confirmen, a más tardar en otoño, que el presupuesto ya está y, por lo tanto, que se puede iniciar la licitación de las obras», comenta.

Este plan, que contempla actuaciones como el arreglo de las vías, colocar el cableado dentro de unas canaladuras y pintar paredes, nació con la misión de «recuperar las calles para la gente del barrio». «La ciudad era de los coches, pero, poco a poco, vamos recuperando los espacios para la gente», analiza el representante vecinal.

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