Los vecinos del Pilar denuncian cuatro intentos de ocupación en el barrio tarraconense en el último año

«Estamos hasta las narices que en el barrio llegue esta chusma y que no se haga nada al respecto. Llegará un momento en que esto será el Bronx». Con estas palabras, la presidenta de la asociación de vecinos de Pilar i Eixample, Montse Muñoz, denuncia que, en los últimos doce meses, se han producido hasta cuatro intentos de ocupación de inmuebles en la zona, el último, la noche del sábado. Una vivienda social ubicada en el bloque Camisas fue el objetivo –por segunda vez este año–, un piso donde, según explica Muñoz, hace casi una década que no vive ningún inquilino.

Una vecina del mismo edificio, que prefiere mantener la identidad en el anonimato, apunta todavía más alto: asegura que han sido tantos los intentos de ocupación del mismo piso que ha perdido la cuenta. «La cerradura del portal la hemos tenido que cambiar más de cinco veces y ya hemos presentado una denuncia a la policía», detalla. Muñoz asegura que la rápida reacción de los vecinos, que llamaron a la Guardia Urbana enseguida, impidió la ocupación, pero lamenta la falta de contundencia por parte de las autoridades. Tanto la portavoz de la comunidad como la residente del inmueble acusan a unos inquilinos del mismo bloque de ser los instigadores de los hechos.

«Desde que llegaron, no podemos dormir. Viven entre 10 y 12 personas juntas. Durante toda la noche, entra y sale gente extraña del piso. La puerta está abierta casi las 24 horas del día, las luces están encendidas, oímos gritos...», denunciala vecina. «Estar con esta gente es vivir con el corazón en un puño. Tenemos miedo de que empiecen a llegar familias y que eso se convierta en un gueto», añade Muñoz.

El problema empezó en mayo del 2021, cuando se vivió una primera ocupación en el barrio. A pesar de la oposición directa del vecindario y la intervención de la Guardia Urbana, los ocupas se quedaron en el inmueble, según informa Muñoz. «Si fuera gente necesitada, haríamos lo que hiciera falta, pero esta chusmasólo viene a hacer daño», señala. También lamenta que la inseguridad es una cuestión incipiente en el área: el viernes al mediodía, detectaron que una persona estaba intentando robar en los vehículos estacionados. Al hacerle frente, amenazó a los ciudadanos con una navaja.

Aunque los vecinos han colocado unos hierros en la puerta del piso del bloque Camisas para impedir que esté ocupado, Muñoz está convencida de que la medida no frenará los intentos de acceder. «Ytanto que lo volverán a hacer. Hasta que no lo consigan, no descansarán», concluye.