Rescatan 156 aves y 61 perros que se encontraban en pésimas condiciones en Tarragona

A primeros del presente mes de agosto, especialistas del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Tarragona, iniciaron la investigación de un vecino de Bonavista por delito de maltrato de animales domésticos y por su captura ilegal en el medio natural. El investigado tenía en el interior del domicilio cerca de 50 jaulas individuales y otras colectivas, que mantenían encerradas más de 150 especímenes de aves fringílidas, en malas condiciones higiénico-sanitarias.

Los fringílidos son un conjunto de aves pertenecientes a la familia Fringillidae; dentro de este grupo de aves se incluyen las conocidas comúnmente como canarios y sus variedades, jilgueros, etc.

El responsable de los animales, pese a estar acreditado como criador autorizado de ese tipo de pájaros, no contaba con su inscripción en el Registro de Núcleos Zoológicos de Catalunya, absolutamente necesaria para la tenencia de esa cantidad de animales en un domicilio.

Existe diferente normativa relacionada con la tenencia de animales y su cuidado, que no estaba siendo cumplida por el implicado. Se observaron muchas de las jaulas individuales en pésimas condiciones higiénico-sanitarias, con acumulación de excrementos y plumas en su interior, que denotaban un prolongado transcurso de tiempo, sin haber efectuado su limpieza.

Incluso se encontraron tres ejemplares ya fallecidos, que no habían sido retirados de la zona de jaulas. Como dicha persona no contaba con los requisitos documentales para la tenencia de las aves, no pudo acreditar su origen legal y por el mismo bienestar de los animales, el SEPRONA procedió al decomiso preventivo de las aves, que se trasladaron a un Centro de Protección de Lleida.

Personal facultativo de dicho Centro, avanzó a los agentes que el estado de alguna de las aves era precario, estando por debajo del peso óptimo para su superviviencia, y que alguno de ellos había fallecido en el Centro. Técnicos de la administración medioambiental, indicaron que el mantenimiento en cautividad de dichos especímenes, puede ser contraproducente para su vida y se está evaluando su reintroducción en el medio natural.

El investigado, además de estar involucrado en estos hechos, tenía una finca rústica arrendada en la localidad de La Pobla de Mafumet la cual también fue inspeccionada por los agentes encontrándose un total de 61 perros. Se hallaron ciertas irregularidades que afectaban principalmente a las condiciones higiénicas sanitarias de los canes las cuales no eran las adecuadas y afectaban directamente a la alimentación e hidratación de los perros como era la excesiva cantidad de animales por perrera, gran suciedad y excrementos. Algunos de los animales se encontraban atados a las paredes con cadenas de longitud inferior a 1 metro, cuando por normativa deben medir al menos 3 metros.

Por todos los hechos descritos, Especialistas de la Unidad de Protección de la Naturaleza, han hecho entrega de las actuaciones en el Juzgado en funciones de Guardia de Tarragona. La Guardia Civil pone a disposición del ciudadano el teléfono 062 para comunicar cualquier hecho relacionado con el maltrato animal o cualquier afectación al medio ambiente.