Sucesos
La tormenta y la fuerte granizada dañan vehículos y jardines e inundan viales en Tarragona
La caída de piedras de más de dos centímetros de diámetro comportó la rotura de cristales de coches en la zona de Llevant de Tarragona
«Piedras del tamaño de una pelota de tenis». Así definía ayer una vecina de Boscos de Tarragona, Cristina Juanola, la granizada que afectó especialmente a la zona de Llevant de Tarragona. Aparte de las granizadas, el litoral de la Cataluña sur sufrió una tormenta eléctrica y lluvias torrenciales que inundaron zonas de diferentes municipios, lo que obligó a los cuerpos de seguridad a cortar accesos. Incluso, se llegaron a formar mangas en el mar. Sin embargo, el temporal de ayer fue el preludio de la llegada del frente principal durante el día de hoy. Las piedras de gran tamaño que cayeron ayer llegaron a estropear los cristales y la carrocería de varios vehículos en la zona de Llevant de Tarragona, tal como señalaba un vecino de Cala Romana,Iván Varela: «He visto diferentes coches con los cristales rotos por toda la urbanización».
Algunos conductores y vecinos, incluso, llegaron a refugiarse en el puente de la rotonda entre el Catllar y la playa Llarga de Tarragona para asegurar sus vehículos. «El puente de bajo la autovía estaba invadido de coches. No recuerdo una granizada de esta índole», expresaba un vecino del Escorpí, Pere Amenós.
La granizada también estropeó árboles y plantas en espacios públicos y en parcelas privadas, tal como aseguraron algunos ciudadanos. «Tengo en el jardín una alfombra de trozos de hojas», explicaba Juanola. En esta misma línea, la vecina de Cala Romana Silvia Guiu hacía referencia al mismo desperfecto provocado por las piedras, de más de dos centímetros de diámetro. «Al principio las piedras eran pequeñas y cada vez caían de más mayores. Eso no había visto nunca aquí, parecía que se fuera a acabar el mundo», relataba Guiu.
«La granizada ha roto algunas tejas y ha creado desperfectos en el huerto», apuntaba otra vecina de Llevant a la que se le inundó durante un rato el garaje. Las afectaciones también llegaron al Golf Costa Daurada, donde se agujerearon algunos parasoles, y en el puente subterráneo de l'Arrabassada, que conecta las calles de Josep V. Foix y de Josep Ras i Claravalls, donde se inundó la vía.
Las lluvias torrenciales y la granizada provocaron la caída de algunos árboles, por ejemplo, en el polígono Francolí y en la avenida del Mediterrani, y comportaron que algunas zonas residenciales se quedaran sin electricidad temporalmente. «Los semáforos no funcionaban. Ha sido un milagro que no haya habido ningún accidente», señalaba la presidenta de la Asociación de Vecinos de Cala Romana, Belén Marrón.
Por otra parte, la Guardia Urbana cortó el acceso a la playa de l'Arrabassada por la cantidad de agua acumulada. A su vez, Cruz Roja colocó la bandera roja y avisó a los bañistas. Según comentaron fuentes de la entidad, algunos usuarios se refugiaron en el puesto de socorro.
Intervenciones en Reus
Las inundaciones también afectaron a la avenida del Mediterrani de Reus, donde se llegó a levantar el pavimento de la calzada, lo que obligó a cortar la circulación en la vía y a actuar a las brigadas municipales para hacerse cargo del saneamiento.
Durante el día de ayer, la Guardia Urbana de Reus, en coordinación con los Bomberos de la Generalitat, llevaron a cabo varios trabajos, la mayoría relacionados con la acumulación de agua y afectaciones al tráfico, con el fin de solucionar o paliar las consecuencias del temporal.
Una de las actuaciones más destacadas fue la entrada de agua en el TeatreBartrina, un suceso que obligó a los Bomberos a intervenir. También tuvieron que hacerlo en la calle de Teresa Pàmies i Bertran, donde se produjo un desprendimiento de una fachada y se tuvo que asegurar la zona con cinta policial.
Lo mismo pasó en el número 13 de la calle Santa Helena. Con respecto a los efectos del temporal en el tráfico, los cuerpos de seguridad de Reus tuvieron que cortar temporalmente la circulación en diferentes calles: Sol iOrtega, Recasens iMercader y Maria Cortina i Pascual. Y en la calle de Rovira iVirgilise abrió una tapa de alcantarillado que tuvo que asegurarse con conos, ya que no se podía cerrar.
Además, cuatro vuelos que tenían que aterrizar en el Aeropuerto de Reus tuvieron que acabar aterrizando en Barcelona-El Prat por seguridad ante las fuertes lluvias. Los vuelos en cuestión, programados entre las 10 y las 12.30 horas, llegaban de Manchester, Belfast, Londres y Dublín.
Desperfectos en todo el territorio
Durante toda la mañana de ayer, los Bomberos tuvieron que hacer una decena de salidas a diferentes lugares afectados por los aguaceros en el Campde Tarragona. Una de las actuaciones consistió en la liberación de un par de vehículos, sin ninguna persona en el interior, que habían quedado atrapados bajo un puente en el Vendrell.
Además, las fuertes lluvias y la granizada estuvieron acompañadas de la formación de una manga delante de la costa de Miami Playa, enMont-roig del Camp. Vecinos de la zona compartieron la magnitud del suceso a través de redes sociales, así como del tamaño de las piedras y del conjunto de desperfectos de todo el territorio.
También cerca de la ciudad de Tarragona, ProteccióCivil tuvo que cortar los accesos a los barrancos de Mas Blanc y Sant Ramon en Constantí. Y en el Catllar, los vecinos estuvieron sin electricidad durante unas horas. Con respecto a Altafulla, el barrio marítimo sufrió inundaciones, aparte de la caída de varias ramas de árboles en la avenida Marquès de Tamarit y en algunas calles de Baix a Mar. Las inundaciones se produjeron en algunas viviendas y en las calles Vía Hercúlea y Jaume I. Además, una parte de la terraza del establecimiento El Mercadet se hundió a causa del oleaje del mar.
Con el fin de proteger a los bañistas, ProteccióCivil izó la bandera roja en todas las playas de Tarragona, el Vendrell, Torredembarra, Creixell, Altafulla y Vila-seca, no sólo por la tormenta, sino también por las descargas eléctricas y las fuertes rachas de viento.
Sin embargo, las consecuencias no se quedaron en calles municipales, sino que también afectaron vías interurbanas, como la AP-7, donde se generaron retenciones de hasta 10 kilómetros, según informó el Servicio Catalán de Tráfico. Por su parte, el Servicio Meteorológico de Cataluña informó de que en Torredembarra se registraron 30 litros de agua por metro cuadrado en 30 minutos.
En Aldover, en la comarca del Baix Ebre, se superaron los 30,7 litros en 30 minutos y se registraron rachas de viento de 61,6 kilómetros por hora. El teléfono de emergencias 112 recibió cerca de un centenar de llamadas relacionadas con las lluvias, pero ninguna por incidencias graves.
Desde ayer y hasta hoy, ProteccióCivil pide precaución en los desplazamientos y actividades en el exterior a las comarcas del Ebrey en el Campde Tarragona por el aviso de tiempo violento durante la jornada.