Sociedad
'Integradors d'estiu', un servicio en Tarragona para los casales con niños con necesidades especiales
El Consejo Comarcal del Tarragonès ha impulsado este nuevo proyecto con la intención de velar por la conciliación familiar durante las vacaciones
El verano es una de las épocas más complicadas para conciliar el trabajo y la familia. Uno de los recursos más utilizados para intentar paliar este problema son los casales o campus de verano. Pero en el caso de las familias con niños con necesidades especiales no es tan fácil. Muchos de los centros no disponen de personal cualificado que pueda ofrecer intervenciones especializadas.
Es por eso que, desde el Área de Servicios Sociales del Consejo Comarcal del Tarragonès, se ha impulsado la iniciativa Integradors d'Estiu. Esta es financiada por la Consejería de Igualdad y Feminismos de la Generalitat de Catalunya desde el Plan de Corresponsables del Ministerio de Igualdad, a través del programa Temps per cures. «Las familias tenían que dedicar mucho tiempo para encontrar un casal donde pudieran cubrir las necesidades de sus hijos y, además, se tenían que marchar muy lejos porque no había ningunoen su entorno más próximo», explican desde el equipo de Bienestar Social del Consejo Comarcal.
Este verano, gracias a la implementación de este nuevo proyecto, tres integradoras han atendido a un total de 20 niños repartidos en siete casales y campus de verano de los municipios de Constantí, la Canonja, Torredembarra, Altafulla, els Pallaresos y el Morell.
Este servicio da apoyo a las familias con niños con Necesidades Específicas de Soporte Educativo (NESE), sea por diversidad funcional o dependencia, dentro de los centros de verano, interviniendo en el ocio educativo para favorecer el tiempo de respiro de los padres. «Sobre todo el de las madres, que en estas situaciones son las que prioritariamente deben de lidiar con las cargas de los cuidados», apuntanlos responsables de la iniciativa.
El trabajo de las integradoras
Las integradoras, para poder cubrir toda la demanda, se han tenido que repartir los días y las horas que pasaban encada centro: «Con la subvención del Ministerio de Igualdad compramos una bolsa de horas necesarias para dar respuesta a las peticiones que recibimos en junio». Aunque eso permite dar alcance en todos los casales, reconocen que «no han podido generar un vínculo lo bastante fuerte con ninguno de ellos».
Más allá de atender a los centros como veladoras, las integradoras quieren formar parte del grupo, no ser sólo un complemento. «Son una persona más dentro del equipo del casal», aseguran desde el equipo de Bienestar Social. Su función es «velar por las necesidades básicas de los niños que requieren una atención especializada y les acompañan durante las diferentes actividades». A la vez que prestan apoyo profesional especializado y orientan a los equipos educativos de los casales.
Al final, el objetivo es cubrir las necesidades de los niños para que puedan participar con normalidad. Así como, también, favorecer la conciliación familiar y el descanso de sus familias. Desde el Consejo Comarcal valoran positivamente el primer año deIntegradors d'Estiu, que finaliza el 31 de agosto: «Las sensaciones son más que positivas, el feedback semanal de las integradoras es muy bueno y los casales están muy agradecidos». De hecho, para el próximo verano pretenden ampliar su oferta para que más casales de los diferentes municipios de la comarca puedan disfrutar de este servicio.