Los campings de Tarragona calculan que la ocupación bajará al 50% con el inicio del curso

La primera quincena de agosto es el pico de la temporada de verano para los campings. Con ocupaciones próximas al 90% en la ciudad de Tarragona en el presente 2022, los alojamientos empezaban a respirar la normalidad que tanto añoraban y que les hacía viajar hasta el melancólico 2019, antes de conocer qué era el covid.

A pesar de todo, hay un aspecto que sí que ha cambiado en este viaje temporal: el inicio del curso escolar se ha adelantado hasta el 5 de septiembre, el 7 en el caso de los estudios de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, una medida que ha alterado del todo el organigrama vacacional. «Enla primera quincena de septiembre todavía había una ocupación muy altay ahora vemos que hay un descenso», declara el presidente de la agrupación de campings de Tarragona Ciudad, Agustí Peyra. El también director del camping Las Palmeras detalla que, en estos momentos, las previsiones apuntan que la ocupación será de un 50%, una cifra que contrasta con el 80% que se solía llegar si la Diada Nacional de Cataluña permitía disfrutar de un puente de cuatro días.

La presidenta de la Asociación Campings de la Costa Daurada y Terres de l'Ebre, Mireia Sans, puntualiza que la bajada de las reservas se notará, sobre todo, entre los días 5 y 11 de septiembre, una vez los alumnos ya hayan vuelto a las aulas y las vacaciones hayan llegado a su final. «Enla primera semana del mes no lo notaremos tanto. Será como la segunda semana de septiembre de otros años, justo antes de empezar las clases», expresa.

Por su parte, «incertidumbre» es la palabra que utiliza Montse Gibert, jefa de recepción del camping Las Salinas, para definir las expectativas que hay para la primera quincena de septiembre. «Nosotros, como somos un camping más pequeño, vamos un poco más al día a día, así que hasta que no llegue aquella semana no sabremos cuál es el impacto total, pero lo más normal es que se note el adelanto de las clases», asegura.

Gibert también detalla que familias que solían ser asiduas en el establecimiento durante estas fechas «muchas no se han pronunciado todavía», mientras que otro cupo de turistas «ha adelantado sus vacaciones y las hace ahora o del 29 de agosto al 4 de septiembre».

Cambio de clientes

Históricamente, la persona que se alojaba en un camping durante la primera quincena de septiembre era «un cliente de proximidad», incluso de la provincia de Tarragona, que buscaba tranquilidad, tal como explica Peyra. Este año, sin embargo, se espera un cambio de paradigma.

«Sobre todo el público catalán bajará con respecto a los años anteriores. Las familias que hacían la escapada antes del inicio del curso, ahora no la harán o la harán antes», comenta Sans. «En septiembre, entre semana, habrá sobre todo público extranjero, cuandodisminuyen las temperaturas», añade.

El turista nacional tendrá que aprovechar los días de fiesta para desconectar un poco antes de reintroducirse de lleno en la rutina. «En septiembre vendrá otro tipo de cliente. Sobre todo, vendrá gente elfin de semana», aporta Gibert.

Con todo, Peyra hace un llamamiento a la precaución. «Estamos intentando ver si el tema se reanima la primera quincena de septiembre porque fue un cambio repentino. Teníamos tarifas establecidas ya para estas semanas y es complicado recuperar la demanda. El público extranjero no lo podrá cubrir todo», advierte.

El adelanto del curso marcará la recta final del verano para los campings. Después de unos meses de julio y agosto que llevaban al optimismo, la temporada alta se iba a alargar hasta la Diada del 11 de septiembre, pero, este año, el descenso también podría adelantarse. «Tenemos que ver esta última semana cómo va, porque hay muchas personas que entran a última hora sin reserva», concluye Peyra.