Ematsa proyecta reutilizar 1,3 hm3 de agua anuales que ahora se tiran al mar

La Empresa Mixta d'Aigües de Tarragona (Ematsa) ha pedido formalmente a la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) reutilizar 1,3 hm3 de agua anuales que ahora se tiran al mar desde la depuradora de Tarragona Norte-Altafulla y, después de un tratamiento, poder inyectarlos al acuífero del Gaià para disponer de agua potable. Así lo ha explicado a ACN el gerente de Ematsa, Daniel Milan, que ha indicado que eso supondría reaprovechar un poco más de un 10% del agua que se consume cada año en Tarragona, el Catllar, els Pallaresos y la Canonja. La voluntad de la compañía tarraconense es que el proyecto esté en marcha dentro de «cuatro o cinco años».

Dentro de la línea de financiación de la ACA, Ematsa ya ha solicitado el proyecto ejecutivo para mejorar las instalaciones de la depuradora actual y adecuarla al nuevo tratamiento que se haría. Además, las dos partes están negociando si en estas aportaciones también se incluye la construcción y explotación del nuevo equipamiento.

Milan ha comentado que el agua que se trate se acabará de potabilizar de forma natural dentro del acuífero del Gaià, en el que el incremento de agua le sería beneficioso porque actualmente «está un poco estresado». Para el gerente «el futuro parece claro que tiene que pasar por reutilizar el agua» y que las líneas de trabajo de la empresa pasan por «fomentar el ahorro, mejorar el rendimiento de las redes y reutilizar».

Todo tiene que servir para reducir la dependencia del agua del Ebro que suministra el Consorci d'Aigües de Tarragona (CAT). Un agua que Ematsa en el último año y medio la paga un 26% más cara, a pesar de que la subida no le ha repercutido a la ciudadanía. Entre los motivos de este encarecimiento está el aumento del precio de la energía y del cloro.

Así, Ematsa en julio distribuyó 1 millón de m3 de agua, una cifra prácticamente idéntica a la del año pasado. De este volumen, 936.500 m3 llegaron vía CAT, mientras que 72.800 fueron de recursos propios. La compañía quiere incrementar el uso de agua propia y está haciendo una serie de acciones para mejorar los recursos propios. Entre estos hay un estudio de los acuíferos del entorno para conocer los volúmenes disponibles y extraíbles de manera sostenible. Eso ha permitido impulsar la construcción y rehabilitación de captaciones en dos pozos. También se está iniciando un proyecto de protección de la Mina de l'Arquebisbe y de mejora de su eficiencia hidráulica.

Milan ha remarcado que la zona en la que más trabajan es la de los barrios de Llevant de Tarragona, que son los que tienen menos recursos alternativos. A pesar de ello, se ha mostrado tranquilo a pesar de la situación de sequía actual y ha afirmado que «el suministro está garantizado». Incluso, ha apuntado, que Ematsa podría salvar un eventual corte de suministro del CAT que durara unos días.