Comercio
El Parc Central de Tarragona cierra el mes de agosto superando las ventas del 2019
El cambio de perfil de los clientes ha permitido mejorar los números a pesar de la pérdida del turista ruso y de las visitas familiares
La Semana Santa supuso un antes y un después para el Parc Central. Una vez acabadas las vacaciones, las mascarillas dejaron de formar parte del vestuario de las personas y quedaron recluidas a ser un accesorio a la hora de utilizar el transporte público o acceder a un centro sanitario.
La posibilidad de volver a pasearse por el centro comercial al descubierto, el hecho de reencontrar rostros olvidados de clientes y vendedores, supuso un cambio de tendencia. En aquel momento, la gran superficie inició una escalada de ventas que derivó en un verano positivo y en un agosto para recordar. «Con respecto a las ventas, estamos ya por encima del 2019, y lo estamos desde Semana Santa. No un poco, sino que estamos bastante por encima», asegura el gerente adjunto de Parc Central, Antoni Renom. Aunque el último año prepandemia sigue siendo «el mejor» de la historia en cuanto a afluencia de gente, el cambio de perfil de los clientes ha supuesto que el periodo entre mayo y agosto del 2022 supere los registros anteriores.
«La visita familiar se ha caído drásticamente. Antes, era una forma de ocio venir el sábado a pasar el día, pero ahora viene la gente de forma individual», expresa Renom. El gerente adjunto detalla que, en el 2019, el 26% de las visitas a la gran superficie se realizaban en familia, mientras que, en la actualidad, esta cifra ha bajado hasta el 13%. Por otra parte, los clientes individuales representaban un 27% y, hoy día, un 44%.
Sin embargo, Renom asegura que el poder adquisitivo del cliente ha disminuido. «Enverano de 2019, había gente que venía aquí y se marchaba con siete bolsas. Este público no se ha mantenido».
La pérdida del turismo ruso supuso un revés para los negocios, pero la nueva tipología de comprador, proveniente, sobre todo, de Francia, ha permitido mantener una dinámica positiva. La diferencia de precios entre los dos países y la presencia de marcas en el centro que no se pueden encontrar en la nación vecina atraen el interés de los turistas.
Al mismo tiempo, Renom menciona dos factores más que ayudan a entender cómo, a pesar de la reducción del precio medio de los tickets de compra y la pérdida de los turistas de la Europa del Este, los ingresos han superado las expectativas. Por una parte, «hay gente que entra a recoger un pedido, pero después aprovecha y hace otra compra», comenta. Por otro lado, el cierre de los establecimientos de marcas de prestigio en Reus que se mantienen abiertos en el Parc Central ha hecho que el centro comercial esté «en una situación más favorable» competitivamente.
Massimo Dutti es uno de los establecimientos que ha vivido de primera mano esta evolución. La encargada de sección Mati Cosano explica que, en el caso de la tienda, no se ha alcanzado la facturación del 2019 porque el turista ruso era el principal fuente de ingresos.
«Si no fuera por el cliente ruso, si sacáramos sus compras, por afluencia de gente y ventas, estaríamos superando aquellos números», asegura. Por este motivo, las sensaciones son buenas, igual que en la tienda de H&M, donde Violeta, dependienta, asegura que todo está «prácticamente igual que en el 2019».
Con todo, la recta final del año se augura incierta para el Parc Central. La inflación y el incremento del precio de la electricidad hacen que Renom piense que «septiembre y octubre no serán meses buenos». «La buena tendencia de Semana Santa, creemos que habrá un freno», matiza.
El adelanto del curso escolar tampoco ayuda a la causa. «Esta semana y la próxima eran muy buenas porque la gente estaba aquí, los padres aprovechaban para hacer las últimas compras... Eso también nos afectará a nosotros», concluye. Habrá que esperar que el espíritu de Navidad reavive la temporada antes de cerrar el año.