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Transporte

Las colas y la sorpresa protagonizan el primer día de los descuentos de la EMT en Tarragona

Muchos usuarios no estaban al corriente de las nuevas tarifas reducidas y recibieron la noticia con alegría

La gent havia d'esperar fora de l'estació d'autobusos abans de renovar el seu abonament.

Las colas y la sorpresa protagonizan el primer día de los descuentos de la EMT en TarragonaGerard Martí

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«Normalmente hay, como máximo, seis personas, pero hoy hay una cola enorme», valoraba Antonia Gil. Tocadas las doce del mediodía, hacía cinco minutos que había llegado a la estación de autobuses, pero todavía no había podido ni entrar en las instalaciones: tenía que esperar en la calle y sabía que todavía tenía, como mínimo, media hora en frente.

«Yo llevo aquí desde las 11 horas. Ha pasado una hora y media ya», respondía Cristina Alandete. Ella ya podía ver con sus propios ojos su objetivo: el Centro de Atención al Cliente (CAC). Y es que, ayer, era una fecha señalada en el calendario de los usuarios de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Desde el 1 de septiembre y hasta finales de año, se aplicará un descuento del 30% al precio de los abonos para el transporte público, una medida que ha sido muy bien recibida por la población. Carlos Hidalgo acompañó a su mujer a renovar la tarjeta T-50/45. Reconoce que habían decidido esperar un día antes de presentarse en las oficinas. «Nos tocaba venir ayer, pero lo dejamos para hoy por el descuento», asegura.

Maria Pilar Bou aplicó la misma estrategia. Sabía que su hijo tenía que renovar la T-JoveEmpadronat y quería aprovechar el momento. «Como empezaba hoy, hemos decidido venir», comenta. «El descuento va muy bien porque la situación está muy mal económicamente», matiza.

En estos momentos, con los nuevos precios ya aplicados, ninguno de los títulos de transporte municipal supera la barrera de los 30 euros y tan sólo tres cuestan más de 20. Hay que recordar que los abonos adquiridos hasta el 31 de diciembre tendrán que ser validados, a más tardar, el 15 de febrero de 2023. Una vez superada la fecha, los usuarios no tendrán derecho a devolución.

Con todo, no todo el mundo fue tan previsor como Hidalgo y Bou y, en la larga cola que llegaba ayer por la mañana a la plaza Imperial Tàrraco y que empezaba a encaminar hacia la calle de Pere Martell, reinaba la confusión. «¿Qué está pasando?», se preguntaba Joseph O'Neill, un turista irlandés que había ido a pasar el día en Tarragona con su mujer aprovechando que estaban de vacaciones en Salou.

No era, sin embargo, la única persona que tenía dudas. «He venido porque me tocaba renovar el abono justamente hoy. Si no, no hubiera venido. Ahora entiendo la cola que hay. No sabía qué estaba pasando», reconoce Aroa González. Carlos Fontana no estaba al corriente de la aplicación de las nuevas tarifas; Cristina Alandete, tampoco. Les esperaba una grata sorpresa.

Las largas esperas, sin embargo, inquietaban a algunos usuarios. Laura Millán había ido hasta la plaza Imperial Tàrraco para renovar su abono y se encontró, de sopetón, con una multitud de gente. Asegura que iba a obtener el título aunque no se aplicaran las nuevas tarifas.

No obstante, había un asunto que la preocupaba: estaba esperando fuera de la estación. ¿Llegaría a tiempo al trabajo? «Ya son las 12 h. y a las 12.30 h. tengo que coger el autobús para ir a trabajar. Creo que me quedaré en la puerta del CAC. Encima, me tocará pagar el viaje, porque me he quedado sin abono», lamenta.

Joseph O'Neill tampoco llegó a conseguir un título. Estaba encantado con la idea de poder descubrir los múltiples secretos de Tarragona sin tener que pagar un billete sencillo para cada trayecto. Amante de viajar, explicaba que lo primero que hace al llegar a un nuevo país es obtener un abono para desplazarse sin limitaciones. Ayer decidió, sin embargo, que prefería hacer turismo desde el trenecito. Después de media hora de cola, él y su esposa descubrieron que no esperaban en el lugar indicado. Tocó dar media vuelta.

A pesar de las colas, desde la EMT se asegura de que no era una situación «fuera de lohabitual». Cada año, numerosas personas acuden a la estación de autobuses para recoger los abonos de transporte justo antes de empezar el curso académico. Con la entrada en vigor de los descuentos, desde la EMT pensaban que habría más clientes, pero se afirma que la afluencia fue «muy parecida» a anteriores 1 de septiembre.

Propuestas ciudadanas

Los nuevos precios que estarán vigentes hasta el 31 de diciembre fueron recibidos con los brazos abiertos. Carlos Fontana propone que la medida se podría alargar «hastafinal de curso», pero Carlos Hidalgo va más allá. Considera que los tarraconenses tendrían que tener siempre una ayuda para financiar el importe del abono y matiza que esta bonificación se tendría que haber aplicado antes.

«La gente de Tarragona que vive en la periferia, en Sant Salvador, en Bonavista, en CampClar, en la Canonja, tendría que tener una rebaja, porque son las personas que trabajan aquí y que hacen la actividad económica en la ciudad», puntualiza.

Por su parte, Maria Pilar Bou opina que los abonos no tendrían que tener ningún coste para las personas empadronadas en la capital. «Ahora que está la cosa tan mal, creo que lo tendrían que haber hecho gratuito para los de aquí de toda la vida», remarca. Sin embargo, agradece que la EMT haya aplicado los descuentos.

«Piensa en el gasto que supone hacer cada mes un abono que te cueste unos 20 o 30 euros. Entre la escuela, la ropa... Son muchos gastos al mismo tiempo. Quieras o no, eso te da un respiro», especifica. Con las tarifas reducidas, espera tener un pequeño margen extra para llegar a final de mes. «Con eso ya puedes comprar una camiseta o un poco más de carne o pescado», concluye.

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