Las burbujas danzan en el Parc de la Ciutat de Tarragona en la fiesta de la FAV Segle XXI

Bajo un sol de justicia, el intermitente viento que empezó a soplar a las doce del mediodía impedía que el doctor Bombolles hiciera su gran actuación, pero no pasaba nada. La sonrisa era perenne en los rostros de los niños y niñas que se presentaron ayer en el Parc de la Ciutat. La frustración del artista, que se veía incapaz de hacer figuras en el aire con la solución jabonosa como adelantaba su nombre, contrastaba con la alegría de decenas de criaturas que se pusieron a perseguir las pompas de jabón. Se escapaban, intentaban huir, pero nada podía evitar su destino: cuando eran tocadas por unmágico dedo, rociaban de gotas la carcajada de los más pequeños.

Inflables, espuma, espectáculos, talleres y paellas. Bien diversos eran los actos que la Federación de Asociaciones Vecinales SegleXXI organizó para celebrar ayer su particular fiesta anual. No obstante, la inesperada protagonista requería mucha menos magnanimidad: las burbujas. Cagdas Cetinkaya llevó a su hija de sólo 14 meses al parque para vivir la fiesta. No se esperaban encontrarla, pero los ojos de la pequeña brillaban jugando con el agua y el jabón, antes de caer rendida haciendo frente al sueño. No era la única que quedó cautivada.

Alessandra, hija de Karem Marrufo, tiene 10 años, una edad en la que ya no es «tan pequeñita» ni llega a la etapa de la adolescencia, según asegura su madre. Lo que le gusta ahora es «experimentar». Le encanta jugar con slime y no desperdició la oportunidad de sumergirse en aquel mundo de los globos de jabón que explotan con el mínimo contacto.

Más de un centenar de personas se pasearon por el Parc de la Ciutat a pesar del tórrido Sol, un resultado que dejó más que satisfechos a los organizadores.

Los edificios son patrimonio

Josep Maria Ferran, secretario de comunicación de Segle XXI, asegura que las fiestas no sólo han servido para pasárselo bien, sino también para reivindicar que se recupere un espacio «fantástico»: la Quinta de Sant Rafael, situada justo detrás del escenario principal en el parque. «Es un lugar de la ciudad muy bonito, muy interesante. Si se arreglara un poco y el edificio fuera presentable... Ya que somos Patrimonio de la Humanidad, que se demuestre que todos los edificios son patrimonio», asevera.

Ferran propone acondicionar el edificio para convertirlo en un «espacio vecinal». Un restaurante, un bar, unos despachos... Muchas son las opciones que se podrían instalar, pero la alternativa preferida por el representante de la federación sería hacer de la Quinta la sede de una asociación vecinal.