Unos 60 niños de Tarragona se benefician de los programas educativos de Cruz Roja

Cruz Roja Juventud arranca de nuevo sus tres programas destinados a ayudar a niños y adolescentes de centros educativos de Tarragona en situación de vulnerabilidad socioeconómica. Una sesentena de alumnos de la ciudad podrá acceder a los programas de la entidad, que pretenden ser un refuerzo en su actividad escolar y un espacio para practicar actividades lúdicas relacionadas con el aprendizaje. El proyecto es extensivo a otras localidades de toda la provincia, donde en total se atienen unos 300 niños y niñas cada curso.

Cruz Roja Juventudcuenta en Tarragona con tres programas destinados a niños, que acogen unos veinte alumnos a cada uno. Promoció de l'Èxit Escolar es un proyecto de mejora de las competencias académicas que se hace en varias localidades del territorio. Las clases se destinan al refuerzo educativo orientado a los deberes, los exámenes y otras actividades de aprendizaje llevadas a cabo en la escuela o el instituto. Esta iniciativa también busca mejorar las técnicas de estudio.

Por otra parte, Cruz Roja Joventut también dedica uno de los programas al desarrollo de las habilidades sociales de los niños y niñas con el fin de mejorar la resolución de conflictos y las capacidades de integración. Finalmente, el tercero de los proyectos, Emociona't se destina a la educación y la inteligencia emocional.

Las clases de cada uno de los programas se llevan a cabo, desde el curso pasado, en el local de Cruz Roja de la plaza dels Infants, en la Part Baixa, lo que les permitió ampliar el número de alumnos por proyecto en el curso 2021-2022. «Este curso tendremos el mismo número de plazas que el año pasado, unas 60, y el objetivo a largo plazo es ir ganando espacio y recursos para atender a más niños», expresa la coordinadora de Cruz Roja Joventut en la demarcación de Tarragona, Eva Cañete.

Las clases empezarán en el mes de octubre y se harán, para cada uno de los programas, dos a la semana de dos horas cada una. «Además, a veces organizamos excursiones y también trabajamos con las familias y el entorno de los niños», comenta Cañete.

Los centros educativos, las familias (a través de los mismos centros educativos) y el Instituto Municipal de Servicios Sociales de Tarragona (IMSST) son los encargados de derivar a Cruz Roja a los alumnos, en edad de entre los 6 y 16 años, para que puedan formar parte de los programas. Las clases las dirigen profesores voluntarios.

«Contamos con gente que se ha dedicado durante su vida a la educación, lo que nos permite ofrecer un apoyo más especializado», explica Cañete. Además, en torno a otros trece voluntarios, la mayoría jóvenes, participan en las clases con la finalidad de dar una atención «más próxima y no tan formativa», señala la coordinadora de Cruz Roja Juventud en Tarragona.

Por otra parte, los niños y niñas que forman parte de algunos de los proyectos mencionados «tienen accesibilidad a diferentes becas y ayudas de Cruz Roja», añade Cañete. Uno de los ejemplos es el kit de material escolar entregado al inicio de curso, entre otros.