Los vecinos de la Granja denuncian que el barrio «no está en condiciones»

«Tienen la Granja abandonada», asevera al presidente de la asociación de vecinos del barrio, Francisco Rosillo. Menciona que hay mucho margen de mejora en temas como los parques, la seguridad, la limpieza, el estado del asfalto y la señalización vial.

«Algunos parques están medio abandonados; los otros, abandonados. Quieren hacer otro parque, otra urbanización, pero los que están, los dejan de lado», lamenta. Enfatiza, sin embargo, que esta sensación de dejadez no es reciente, sino que hace cuatro años que denuncia lo mismo. «Han hecho puntualmente alguna cosa, pero el barrio no está en condiciones», declara. «La función crítica de la asociación de vecinos, la respetamos y la entendemos. Está bien que sea exigente para mejorar cosas del barrio», responde el consejero de Territorio y Espacios Públicos, Xavi Puig. «Pero pensamos que hay una serie de cosas que sí que se han hecho», añade.

El concejal señala la instalación de campos de petanca, la construcción de un parque saludable, las repintadas a pasos de peatones o el proyecto para implantar una barrera acústica vegetal entre el Instituto de Torreforta y el tramo de autovía T-11 como algunas de las acciones que ha emprendido el Ayuntamiento para acondicionar el espacio.

Además, especifica que algunas de ellas surgieron a petición de la misma comunidad. «Intervenciones menores se han hecho muchas, sobre todo para mejorar la accesibilidad o para solucionar el peligro de que la gente tropiece, pero hacen falta más», admite.

Entre otros aspectos, reconoce que habría que hacer una renovación de aceras y calzadas no sólo en el barrio de la Granja, sino en toda la ciudad de Tarragona, pero comenta que, para hacerlo, se requiere una capacidad presupuestaria que, en estos momentos, no dispone el consistorio.

Comunicación constante

«Siempre que nos han pedido que estemos, hemos estado», declara Puig. El consejero asegura que se mantiene una interlocución fluida y directa con la asociación de vecinos y que desde el consistorio siempre se hace todo lo posible para resolver los problemas que se han podido producir, sobre cuestiones como la limpieza o el estado de las aceras.

Rosillo agradece la «suerte» que tiene dialogar a menudo con el gobierno, pero critica que es «como si hablara con una pared» por la falta de soluciones concretas. «Puedo entender que digan que les tenemos que hacer más caso, pero con hechos y datos objetivos, en el barrio estamos. Les hacemos todo el caso de que viablemente es posible y lo seguiremos haciendo», concluye Puig.