Economía
Preocupación entre los fabricantes de pienso por los problemas en la descarga de barcos en el Port de Tarragona
El conflicto laboral de los estibadores amenaza sectores como la alimentación, textil o automoción
Los fabricantes de piensos están preocupados por el conflicto laboral que tienen los estibadores del Port de Tarragona, que amenaza al dejarlos sin cereales para producir los alimentos para los animales. Según han asegurado, si la semana que viene no se recupera el ritmo habitual de descarga de los barcos habrá roturas de stocks que afectarán a la cadena alimenticia, especialmente en Cataluña, Aragón y Comunidad Valenciana. Fuentes conocedoras de la situación han explicado a la ACN que las discrepancias entre empleados y empresas hacen que los barcos se descarguen mucho más lentamente, hasta el punto que hay unos siete desde hace días haciendo cola en la entrada del puerto. La problemática también afecta a los sectores textil y de automoción, que ya buscan puertos alternativos.
El conflicto laboral de los estibadores hace años que se arrastra. La Unión Europea exigió cambios en las sociedades portuarias del Estado para liberalizar la profesión, que durante más de un siglo ha funcionado como un tipo de mutualidad en el cual los trabajadores tenían buena parte del control de la estiba. En el caso del Port de Tarragona los empleados trabajan para el Centro Portuario de Empleo (CPE) ESTarraco. Esta sociedad está formada por cinco empresas que, con el fin de adecuarse a la normativa estatal y europea, han acordado la disolución y así ser ellas las que contraten directamente a los profesionales. Eso también abre la puerta a que otras compañías puedan entrar en el sector.
Según han indicado en un comunicado, han ofrecido a todos los trabajadores del CPE -unos 126- la subrogación de los contratos en las mismas condiciones salariales, laborales y manteniéndolos la antigüedad. Desde ESTarraco también han sostenido que el cambio es necesario para poder ampliar la plantilla, ya que está quedando corta a causa del incremento de tráfico de mercancías en que ha habido los últimos años en el Port de Tarragona.
Sin embargo, parece que los trabajadores no acaban de estar de acuerdo. Varias fuentes conocedoras de la problemática coinciden en explicar que desde hace unos días algunos estibadores estarían haciendo «una especie de huelga de celo», con lo cual el ritmo de descarga de los barcos sería más bajo. Algunas fuentes de compañías navieras lo fijan en un tercio del habitual. Para la semana que viene hay prevista una reunión entre el sindicato de estibadores y las empresas contratantes para tratar de desencallar la situación. En el comunicado, ESTarraco ha instado a llegar a un pacto el más bien posible para no afectar a la actividad habitual del puerto.
Preocupación entre productores de piensos
Este retraso en las operativas hace que haya unos siete barcos haciendo cola para descargar en la entrada del Port de Tarragona. Y, de rebote, centenares de camiones esperando recibir la mercancía. Muchos de estos vehículos son de empresas fabricantes de piensos. Esperan el maíz que llega principalmente de Brasil para transformarlo en comida para los animales.
«En alguna fábrica se ha roto el stock de maíz y se ha tenido que sustituir este cereal por otro», ha explicado Pere Borrell, presidente de la Asociación Catalana de Fabricantes de Alimentos Compuestos (ASFAC). Borrell ha indicado que si el Port de Tarragona no trabaja a un ritmo normal de entre 200.000 y 300.000 toneladas por semana no se podrán fabricar piensos y los animales no podrán comer. Tal como ha alertado, eso supondría «un problema de bienestar animal grave» pero también afectaría económicamente al resto de la sociedad. Según ha indicado, entre Cataluña y Aragón hay unos 20 millones de animales en granjas, que suponen un 60% del global del Estado.
«Nosotros sufrimos el conflicto de los estibadores. Si tenemos que pagar un euro más por cada tonelada, lo pagaremos. No es un tema de costes, es cuestión que tenemos que dar de comer a los animales y si el lunes no podemos empezar a cargar los camiones con agilidad empezarán a saltar alarmas graves», ha advertido Borrell. Por lo tanto, ha reclamado una solución «urgente» y ha pedido en las partes que se sienten a negociar «y no se levanten hasta que hayan llegado a un acuerdo».