Las enfermeras cierran «un verano más» marcado por la precariedad
El colegio y el sindicato coinciden en apuntar que falta personal y en criticar las condiciones laborales
A pesar del descenso de la incidencia de la covid, las enfermeras y los enfermeros han vuelto a vivir un verano frenético. La llegada del turista extranjero incrementó la actividad a los CAP de costa, mientras que el resto de centros sanitarios acusaron los problemas que hace años que denuncian. «Ha sido un verano más: faltaban enfermeras, se han cerrado unidades de especialización...», detalla el secretario del Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Tarragona (CODICHO), Gerard Mora.
La delegada del sindicato de enfermería SATSE en Tarragona, Esperanza Nieves, señala que la pandemia puso de manifiesto que faltaba personal, pero remarca que las condiciones laborales continúan lejos de ser las idóneas. «La situación es la misma. No quedan servicios vacíos, pero seguimos doblando turnos y renunciando a días de fiesta. Eso significa que acumulas más días seguidos trabajando y que añades más desgaste, tanto físico como mental», detalla a la hora de hablar del Hospital UniversitariJoan XXIII.
Mora considera que la covid ayudó a hacer que la población se diera cuenta «de lo que hacemos las enfermeras» y valorara de verdad su tarea. «Pero falta la parte institucional», matiza. «Pedimos al gobierno que se lo crea y eso implica mejorar las ratios y reconocer a las enfermeras», apunta. El secretario de CODITAexplica que se recomienda disponer de 8 enfermeras por cada 1.000 habitantes, pero Tarragona sólo tiene 5,8. Por otra parte, menciona que las enfermeras todavía son incluidas en el subgrupo A2 dentro de la administración pública, aunque a la mayoría de profesionales de la salud les corresponde el grado A1, una situación que va en detrimento del colectivo en cuestiones como las retribuciones. «Todavía hay precariedad laboral, rotación de enfermeras, contratos mensuales e inestabilidad en las plantillas», detalla Mora.
Para Nieves, la clave para mejorar la situación es ampliar el número de plazas en los grados universitario. «Es un círculo. No hay suficientes personas para cubrir las plazas. Entonces, las condiciones laborales no son las que tendrían que ser y algunos de estos profesionales van al extranjero», lamenta. Con todo, Mora quiere ser optimista. Afirma que las enfermeras seguirán ofreciendo «servicios de calidad» a pesar de las limitaciones con las que se encuentran, pero espera que se puedan ir resolviendo todos los problemas actuales.