Adif estudiará el impacto en el Anfiteatro de Tarragona de las obras y del tráfico de mercancías

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha contratado un servicio para conocer el impacto que tendrá en el Anfiteatro de la ciudad de Tarragona las obras de implementación del ancho de vía estándar en el Corredor Mediterrani y el posterior incremento de la frecuencia de paso de los trenes de mercancías por las vías que transcurren por la fachada marítima.

Adif ha destinado casi un millón y medio euros con el fin de descubrir si tanto la actuación como el aumento de las circulaciones pueden provocar un deterioro de la estructura del monumento. Por este motivo, el contrato se extenderá como mínimo hasta el año 2026. La adaptación de las vías del Corredor Mediterrani comportará un incremento del tráfico de trenes de mercancías, muchos de ellos de hasta 750 metros de longitud. Por este motivo, Adif quiere conocer su impacto sobre el Anfiteatro, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, del que ha encargado un estudio de sus patologías previas y las posibles afectaciones posteriores.

Los trabajos previos de inspección, estudios geotécnicos, previsión de vibraciones y otros se realizarán en un periodo de nueve meses, antes del inicio de las obras, quetienen una duración prevista de seis meses. Una vez terminada la actuación de implementación del ancho de vía estándar, los trabajos de seguimiento durante la explotación tendrán una duración de 36 meses.

El contrato ha sido adjudicado a una Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por las empresas Instrumentación y Control S.A. y Control Técnico y Prevención de Riesgos S.A. «Es de agradecer que Adif haga este estudio de las vibraciones y, a su vez, el Ayuntamiento también haga seguimiento», expresa el presidente de la Real Sociedad Arqueológica Tarraconense (RSAT), Joan-Vianney Maria Arbeloa.

Desde la RSAT esperan los resultados del estudio para valorar el impacto que tendrán las obras y el aumento de la frecuencia de paso de trenes de mercancías en el Anfiteatro. «En función de los resultados veremos si es compatible la conservación del patrimonio con el Corredor Mediterrani. Nuestra preferencia, evidentemente, es que la afectación sea nula», apunta Arbeloa. Al mismo tiempo, el presidente de la RSAT apunta que se tiene que tener en cuenta en el estudio la diferencia entre la parte original de la estructura y la gradería reconstruida enla década de los setenta.

Las empresas adjudicatarias tendrán que elaborar diferentes informes de resultados. A partir de los estudios llevados a cabo se concluirá si es necesario o no disponer de elementos de amortiguación con la finalidad de ajustar las vibraciones transmitidas al Anfiteatro y mitigar el riesgo de posibles daños.

Las obras en las vías de tren llegan a raíz de la exigencia de la Unión Europea de modificar el ancho de la vía antes de 2030 con el fin de facilitar el transporte de mercancías entre los diferentes países de la organización continental.

Con respecto a la gradería del Anfiteatro reconstruida, ya presenta afectaciones desde hace cuatro años, cuando apareció una grieta que obligó a instalar un andamio. La estructura no es segura, según comentó el concejal de Patrimonio, Hermán Pinedo, y, por este motivo, se encargó un estudio sobre su estado. Después de que los arquitectos consideraran innecesario derribarla, el consistorio trabaja para reparar la grieta y dar seguridad a la gradería antes del verano de 2023.