Educación
La EOI triplica en Tarragona los grupos de catalán C2 a raíz de las exigencias a los docentes
El Departamento de Educación pedirá que todos los profesores acrediten un dominio superior del idioma a partir del 2024
La oferta de cursos de catalán del nivel C2 se triplicará este curso académico en la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Tarragona. Hasta ahora, se organizaba un único grupo de, como mucho, 30 alumnos. Este año, se han programado un total de tres grupos, que mantienen la capacidad máxima de los últimos años. Por lo tanto, una vez acabe el periodo de matriculación, 90 personas podrán formar parte del nuevo curso de nivel superior de catalán. Según explica el director de laEOI de Tarragona, Sidney Martin, este incremento de la oferta de plazas responde directamente a las actuales necesidades del profesorado. A partir del 2024, el Departamento de Educación exigirá el nivel C2 de catalán a todas las personas que quieran ejercer como docentes –los que ya trabajan también tendrán que demostrar su conocimiento del idioma, pero dispondrán de más margen de tiempo para acreditarlo–.
Adicionalmente, se incrementará la puntuación que otorga disponer del certificado, como mérito de baremación en los concursos públicos y las oposiciones. El C1, el dominio que se alcanzaba una vez completada la Educación Secundaria Obligatoria, era, hasta ahora, suficiente para los maestros. «La tendencia general es que aumenten los grupos de catalán en todas partes. Hay otras instituciones que han hecho lo mismo», asegura Martin.
El centro de formación Aula Magna es una de estas entidades que está trabajando para incrementar los grupos de catalán C2 de cara a este curso. «Es posible. Estamos sujetos al Consorcio para la Normalización Lingüística, a ver qué nos pueden dar», afirma su director, Andreu Antolín.
Igual que la EOI, el Aula Magna sólo ofrecía un grupo del nivel superior, pero la idea ya era incrementar el número este verano, un proyecto que no se pudo efectuar. En estos momentos, sin embargo, «todo el mundo está pidiendo lo mismo y los profesores disponibles son limitados», en palabras de Antolín.
El director especifica que no sólo son los docentes los que están buscando acreditar su dominio del catalán, sino que recuerda que ha aumentado su valor como mérito en las oposiciones. «Hay centenares de personas que son interinas, que están trabajando enla administración pública y que están pendientes para tener la máxima puntuación en los concursos para conseguir una plaza fija», declara. «La demanda es impresionante», concluye.
El ruso como herramienta de solidaridad
Otro idioma que está viviendo un cambio de tendencias es el ruso. Antes del estallido de la pandemia, la mayoría de estudiantes de este idioma trabajaban en el sector del turismo, ya que los viajeros originarios de Rusia eran uno de los colectivos que más visitaba la provincia. Aunque ya se han ido recuperando las visitas internacionales, las calles de Tarragona no se han vuelto a llenar de rusos, pero el interés por aprender la lengua no ha disminuido.
«Con el conflicto en Ucrania, hay gente que se ha interesado por el ruso con el fin de poder colaborar», asegura la jefa del departamento de ruso enEOI Tarragona, Cristina Pernau. La profesora también explica que las mismas docentes han colaborado desde el inicio de la guerra con diferentes entidades, ayudando en todo lo que han podido, «desde hacer traducciones hasta clases a chicos y chicas refugiados a fin de que pudieran seguir estudiando, pasando por clases de castellano para adultos», detalla.
La EOI no sólo ha trabajado con personas que querían aprender el ruso para solidarizarse con el pueblo ucraniano, sino que también ha ofrecido acompañamiento a los ciudadanos afectados directamente por la guerra. Pernau comenta que los cursos de castellano que se han organizado durante el verano han contado con la participación de «muchos refugiados ucranianos que quieren aprender el idioma».
Además, la escuela ofrece cada año cursos especiales destinados a perfeccionar competencias o para profundizar en los aspectos socioculturales vinculados a las lenguas que se imparten. En el caso del ruso, tradicionalmente, estas clases especializadas iban dirigidas a los empleados del sector turístico, pero, este año, se ofrecen 15 sesiones en línea destinadas a las personas que tienen que comunicarse de manera frecuente con rusoparlantescomo son los refugiados ucranianos.
«Da herramientas básicas para poder trabajar con recién llegados, ideal para empezar para los que no disponen tiempo para poder hacer un curso extensivo y tienen ganas de colaborar o se ven en la situación de tener que trabajar con rusófonos», detalla Pernau.
Estas clases de dos horas de duración tendrán lugar los martes, desde el 4 de octubre hasta el 7 de febrero. El curso constará de unidades que corresponden a las «previsibles necesidades de los destinatarios» de las clases, como los voluntarios o los comerciantes. En cada unidad, se estudiará de manera exclusivamente práctica el vocabulario y las estructuras necesarias en la comunicación diaria en el ámbito laboral anunciado.