Ematsa prepara un plan especial para proteger la Mina del Arquebisbe de Tarragona

La Empresa Municipal Mixta de Aguas de Tarragona (Ematsa) ha licitado la redacción del plan especial de protección de la Mina del Arquebisbe, una infraestructura que lleva a Tarragona en torno a un 3% de su agua. El plan comportará hacer modificaciones al planeamiento general de los municipios por donde pasa la Mina, construida en el siglo XVIII con técnicas casi idénticas a las de época romana y con dos partes diferenciadas. La primera es la zona de captación de aguas subterráneas en el término de Puigpelat, mientras que las galerías de conducción se encuentran en el mismo Puigpelat, Nulles, Vallmoll, la Secuita, el Catllar, els Pallaresos y Tarragona.

En el año 1994, Ematsa ya impulsó un plan especial de infraestructuras, pero no fue tramitado y aprobado por todos los municipios afectados. Posteriormente, en el 2009, la empresa encargó un estudio sobre el estado del plan de protección vigente, cuyas conclusiones determinaron la necesidad de actualizarlo con técnicas modernas de gestión territorial y velar por el cumplimiento de los municipios.

El año pasado, Ematsa empezó el proceso de preparación del pliego de condiciones con el fin de redactar el plan especial de la infraestructura y de la protección incluyendo el uso y la adecuación de la normativa existente con la documentación ambiental pertinente. El ámbito de actuación será la totalidad de las instalaciones hidráulicas, así como de los elementos de protección, acceso y señalización tanto de la zona de captación como del trazado de la galería de transporte por gravedad.

El plan especial tendrá que contener un inventario de los elementos que requieren un régimen de protección (tanto desde el punto de vista operativo como patrimonial), un análisis de las medidas a aplicar encada uno de los elementos y el establecimiento de las mismas medidas. Ematsa destinará unos 118.580 euros, IVA incluido, a la redacción del plan.

El recorrido del acueducto (28.300 metros, en total) acaba en Tarragona, después de pasar por los Pallaresos. Atraviesa el camino del Mas dels Frares y encara 7.060 metros por la ciudad hasta llegar a los depósitos de la Oliva y Sant Pere i Sant Pau.

A través del plan, Ematsa también quiere proteger los elementos y espacios de interés histórico, arquitectónico, urbanístico, tipológico y artístico, arqueológico y paleontológico, sociocultural y etnológico, natural y ambiental y paisajístico, aparte de las infraestructuras esenciales para el abastecimiento, como minas de captación o minas secundarias.

Entre las actuaciones que tendrá que llevar a cabo la empresa adjudicataria para la elaboración del documento, también tendrá que contener una regulación de los usos admisibles o incompatibles y de las actuaciones y obras permitidas y prohibidas, aparte, desde el punto de vista de salud pública, de un análisis de vulnerabilidad del uso como captación y distribución de agua enla actividad humana externa.

Para incluir este análisis se utilizará la metodología de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre seguridad en el suministro de agua potable. Con el fin de conseguirlo, Ematsa no cierra las puertas a posibles mejoras de la infraestructura y a la difusión de información a la ciudadanía para hacerla conocedora de los valores funcionales, patrimoniales, históricos y paisajísticos de los elementos de la Mina.