El consumo de sustancias ha aumentado entre las chicas jóvenes de Tarragona

El consumo de sustancias como el alcohol y el cannabis ha crecido en los últimos seis años entre las adolescentes tarraconenses, según detalla un estudio del doctor Ángel Belzunegui de la URV presentado ayer, basado en tres encuestas efectuadas durante los cursos 2015-16, 2018-19 y 2020-21 a los adolescentes de los centros de la ciudad que cursan cuarto de ESO y primero de Bachillerato.

Aunque la tendencia general, sin distinción de géneros, va a la baja, Belzunegui ha observado que el auge del consumo entre las jóvenes va en paralelo a un incremento del malestar emocional que se ha traducido, también, en el uso de ansiolíticos. Si bien un 13% de los chicos encuestados reconoció consumir habitualmente este fármaco, el porcentaje se incrementa hasta el 23% en el caso de las adolescentes, diez puntos porcentuales por encima de la cifra registrada el año 2015. «La sociedad está bombardeándonos sobre estereotipos físicos y mentales. Los chicos y las chicas son muy consumidores de Instagram, de TikTok, y la sobreexposición de cuerpos, incluso tratados digitalmente, no ayudan a hacer que una persona de estas edades esté bien con su físico», detalló el catedrático.

Aparte del malestar emocional, Belzunegui mencionó otros factores de riesgo como la ideación suicida, el hecho de haber sufrido un abuso sexual o la «hipótesis del mejor amigo». «No es tan importante que el padre o la madre consuma para que el chico sea consumidor como lo haga su amigo. La probabilidad se multiplica por tres», comentó el doctor.

La encuesta del 2021 introdujo un aspecto que antes no se tenía en cuenta: el uso compulsivo de Internet. El cuestionario planteaba escenarios como estar una hora sin conexión a la red y los jóvenes tenían que puntuar, del 1 al 5, como de nerviosos se sentirían. El estudio concluyó que un 38,4% de los adolescentes hacen un uso compulsivo de Internet, un dato que contrasta notoriamente con el 22% obtenido del mismo análisis aplicado en el 2018 en el conjunto del Estado español.

Belzunegui señaló que el auge se tiene que entender en su contexto: «En el 2018 no había confinamiento ni pandemia. La sociabilidad era natural», apuntó. Sin embargo, afirmó que se ha detectado una relación directa entre el uso compulsivo de Internet y el consumo de tabaco y cannabis, unas cifras que van en la misma línea de las conclusiones a las que llegan los centros de atención a las adicciones.

Tal como publicó Diari Més en la edición del 24 de agosto, las atenciones psicológicas a los consumidores de marihuana se han multiplicado en el último lustro, ya que su uso se ha disparado con la covid. Por otra parte, el doctor de la URV mencionó la alta autoestima, la aceptación del físico o la implicación parental como algunos de los factores de protección ante el consumo de sustancias.

Los resultados de las encuestas, cuya próxima se efectuará durante el curso 2022-23, ayudarán a la consejería de Salud Pública a adaptar sus líneas de actuación. «La prevención va más allá de la información. No se tiene que empezar enla adolescencia, sino que tiene que incluir un abanico de acciones y programas que van desde el ciclo inicial de Primaria hasta el Bachillerato», concluyó Marisa Cerrillo, responsable del Servicio de Prevención de Adicciones.