Los vecinos del barrio de la Granja reclaman un referéndum sobre la barrera acústica

Los vecinos de la Granja piden que se haga un referéndum para conocer la opinión de la comunidad sobre la barrera acústica vegetal que se quiere implantar entre el IES La Granja y la T-11, un proyecto que el Ayuntamiento adjudicó la semana pasada y que se prevé que se pueda estrenar el verano del 2023. El presidente de la asociación de vecinos (AV) del barrio, Francisco Rosillo, explica que «todas las mejoras que se hacen son buenas», pero matiza que, antes de implicarse en nuevas iniciativas, se tendría que «arreglar lo que hay».

El portavoz vecinal considera que no es lógico continuar adelante con la implantación de la barrera acústica porque los actuales parques del barrio están «dejados de la mano de Dios». «Eso supondría más problemas y más gastos. No solo es plantar árboles y plantas, sino que todo eso lo tienes que mantener, expresa. En la misma línea, Rosillo detalla que la mayoría de los residentes no entienden por qué se quiere construir otro espacio verde si los actuales están «abandonados».

Además, declara que los parques son lugares donde acostumbran a proliferar los hechos delictivos, en un barrio donde la sensación de inseguridad se ha multiplicado en los últimos años. Rosillo piensa que un referéndum sería la manera idónea de dejar patente la opinión de los ciudadanos de manera oficial antes de ejecutar las actuaciones previstas.

Una barrera bien hecha

Sin embargo, el presidente de la AVDA de la Granja detalla que no se opondría a la implantación de una barrera acústica entre el instituto y la T-11 en otro momento, siempre que estuviera planteada «con juicio». En su opinión, eso implicaría, aparte de la plantación de la arboleda, la construcción de un parking, cosa que requeriría menos mantenimiento que toda una zona verde. «Estamos de acuerdo con mejorar las cosas, pero que primero arreglen lo que ya está hecho. Si alargamos más el brazo que la manga, después no lo podremos atender todo», concluye.

La creación de la barrera acústica generará una zona de paseo y estancia en el interior para disfrutar del espacio verde, a la vez que incorporará un pipi-can. La iniciativa permitirá aislar el instituto de los ruidos de la autovía y ofrecer a los vecinos un lugar de más calidad urbanística y paisajística. Actualmente, el solar donde se quiere efectuar el proyecto presenta un aspecto de descampado, ya que dispone de muy poca vegetación. Las obras tienen previsto un plazo de ejecución de nueve meses. Por lo tanto, el barrio podría disponer del área en torno al verano del 2023.