«Muchas empresas están en riesgo porque el precio de la energía se come los márgenes»

—Varios organismos han rebajado las previsiones de crecimiento para el 2023. ¿Qué previsiones hace PIMEC para Cataluña?

—Compartimos este enfriamiento de las expectativas de crecimiento y del incremento del déficit. Estamos en una clarísima ralentización de la recuperación y así lo indica el Banco Central Europeo, el FMI, pero también el pulso del tejido productivo del país. Todos los indicadores ponen sobre la mesa que estamos entrando en una fase muy complicada, por múltiples causas, y nos tendría que preocupar. En este escenario, no tendríamos que ir a remolque de la situación, sino ser proactivos y tomar decisiones que eviten que estas dificultades se conviertan en una pérdida de tejido productivo.

—Una de estas múltiples causas es la escalada de precios de la energía.

—Sin duda, es una de las pequeñas crisis que se han ido acumulando en esta fase de postpandemia. Pero tenemos que tener en cuenta que ya veníamos de una rotura de las cadenas de suministro, que dificultó el acceso a determinados productos, como los chips u otros elementos esenciales para la industria transformadora. Además, hemos sufrido un incremento extraordinario de los costes de transporte y todo eso se tradujo en un encarecimiento de los precios. Ahora hemos añadido el incremento desmesurado del coste de la energía que ha acabado derivando en una situación inflacionaria poco vista, con respecto a la velocidad.

—¿Cómo valoran las medidas anunciadas para paliar los efectos de la crisis?

—Llegan demasiado tarde. La toma de decisiones a nivel europeo sobre los precios de la energía se tendría que haber hecho a principios de año y, entonces, no habríamos visto cómo el incremento del IPC relacionado con la energía arrastraba al resto de productos. Ahora tardaremos más tiempo en recuperar el equilibrio en precios y costes. El jueves, el presidente del gobierno explicó el nuevo paquete de medidas y, a falta que se presente al detalle, desde PIMEC reclamamos que se incluya una de las medidas aceptadas en el consejo de ministros de la UE sobre energía de hace dos semanas donde se dijo que se establecerían tarifas energéticas diferentes para las mipimes (micro, pequeñas y medianas empresas), especialmente para las electrointensivas. Hay empresas que han pasado a pagar 10 veces más el precio de la energía. Algunas han podido revertir lo jugando con el precio del producto, pero de otros, sobre todo las que dependen de subcontratos, no. El incremento de costes derivados de la energía de las empresas catalanas es superior al margen que muchas de ellas tienen, cosa que las pone en riesgo. Las mipimes somos una víctima más de la tensión inflacionaria. Hace falta una configuración más justa del precio de la energía y que las administraciones sean corresponsables y revisen los contratos públicos, porque hay muchas empresas adjudicatarias que pueden perder mucho dinero.

—¿Qué otras medidas habría que impulsar para dar más oxígeno a las pymes?

—Hay países que han optado por las ayudas directas a la pérdida de competitividad, al igual que pasó en la pandemia. Es una vía y hay que valorarla en función del sector de actividad y de sus necesidades energéticas. Ahora bien, nosotros pedimos que no se piense únicamente en los hogares cuándo se crean paquetes de ayudas, sino también en el tejido productivo. Poniendo el dinero en prestaciones no resolveremos los problemas a los que nos enfrentamos. Tenemos que redistribuir recursos para que se genere riqueza y actividad y puestos de trabajos y también hay que ayudar a impulsar la transición energética real en las empresas. No hemos hecho los deberes y ahora toca acelerar los tempos. Si hubiéramos avanzado en comunidades energéticas, autogeneración y autoconsumo, tendríamos más soberanía energética y más resiliencia para hacer frente a la situación actual. Las ayudas que ha habido para las empresas hasta ahora han sido poco accesibles y se han agotado muy rápidamente.

—Cataluña ha encadenado tres meses seguidos de crecimiento del paro. ¿Es ya un resultado directo del impacto de la inflación y los precios de la energía o hay otros factores?

—Es una combinación de factores. La rigidez que ha impuesto la reforma laboral en materia de contratos indefinidos ha hecho que muchas empresas no contraten. No ha habido un trasvase directo del volumen de contratos que se estaban haciendo en años anteriores hacia contratos indefinidos. Y si tienes problemas de viabilidad y pocos márgenes a causa de la inflación, te lo piensas mucho antes de hacer un contrato indefinido. Es cierto que la reforma nos ha permitido mejorar la dualidad del mercado de trabajo porque han aumentado los contratos indefinidos, si bien la mayoría son fijos discontinuos. También se ha mejorado el salario mínimo, que se ha incrementado un 67% desde 2018. Ahora bien, hemos reducido nuestra productividad. Tenemos una productividad próxima a la de Turquía y un salario mínimo similar al alemán. No cuadra. Si el contexto empeora, podemos llegar a tasas de paro terribles, por eso hay que destinar todos los recursos y energías a promover la creación de puestos de trabajo y para hacerlo hace falta flexibilizar.

—Hablando de competitividad, ¿creen que la presión fiscal que hay en Cataluña con respecto a otras zonas del resto de España nos está haciendo perder competitividad?

—La presión fiscal no es lo único que nos hace perder competitividad. En PIMEC estamos acostumbrados a ir a Lleida para evitar que las empresas se vayan a Aragón. Lo hacen porque las licencias son más rápidas, hay más suelo industrial disponible y facilidades que dan dinamismo, cosa que no pasa en Cataluña. No nos parece mal que haya una presión fiscal siempre que los recursos se utilicen para generar riqueza y no asistencialismo y políticas públicas que no nos llevan a ningún sitio. Nos gustaría escuchar qué medidas tenemos en Cataluña para ser más competitivos. Tenemos que hacer confluir infraestructura, inversión y políticas públicas para que haya más facilidades y menos trabas y así aprovechar las oportunidades que muchos sectores tienen para ofrecer.