Patrimonio
Tarragona dignificará un tramo del acueducto romano en el Camp de Mart
Patrimonio también prevé llevar a cabo tareas de mantenimiento de la muralla el próximo año
La consejería de Patrimoni del Ayuntamiento de Tarragona dignificará un tramo del acueducto romano del Gaià en el Camp de Mart. «El ciudadano verá los muros consolidados, mejor conservados y tendrá la sensación que está cuidado y no hay peligro de degradación», apunta el concejal de Patrimonio, Hermán Pinedo. Al mismo tiempo, antes de acabar el mandato, también prevé llevar a cabo tareas de mantenimiento de la muralla. Hoy día, el tramo del acueducto en cuestión, que en el pasado conectó el río Gaià con la ciudad, «está escondido detrás de plantas», que disimulan el acceso que lo une con la calle de la Civaderia. «Hay gente que entra por el túnel y es peligroso», comenta Pinedo. Mediante la actuación, se protegerá el acceso a fin de que no entre nadie y, al mismo tiempo, el público pueda ver este espacio patrimonial.
El consejero de Patrimonio calcula que la actuación finalizará entre diciembre y enero. Para llevar a cabo el proyecto, el consistorio ha invertido 40.000 euros: 3.000 en el servicio de documentación y redacción y 37.000 en la ejecución. Aparte de la excavación, recuperación y consolidación, se colocará uno de los nuevos paneles que el Ayuntamiento repartirá por la ciudad con el fin de ofrecer información al ciudadano y al visitante sobre el monumento histórico. Estas placas de color oscuro y en cuatro lenguas (catalán, castellano, francés e inglés) se instalarán este otoño.
Mantenimiento de la muralla
Por otra parte, la consejería de Patrimonio Histórico también trabaja en el programa de mantenimiento y conservación de la muralla. Hace unos meses, se llevaron a cabo en torno a 900 actuaciones de diferente índole y magnitud en los tramos 7 y 8 con el fin de resolver diferentes patologías. «Ahora queremos hacer lo mismo en el resto de la muralla, desde el primer tramo hasta el sexto», explica Pinedo.
Tal como señala el consejero, se trata de un programa piloto que nunca se había realizado y que recomienda ejecutarlo de manera anual o bianual. A través del programa, el consistorio dará «un repaso del estado de conservación o degradación de la muralla para detectar patologías que hayan aparecido o puedan aparecer y poner solución», expresa Pinedo, quien insiste en la necesidad de hacer un seguimiento constante de los monumentos para saber cómo evoluciona su estado. «Eso te permite actuar antes en caso de haber un problema», apunta. El coste de la actuación encada tramo, según calcula, es, aproximadamente, de 20.000 euros.