El simulacro de accidente químico en Tarragona del 2 de noviembre afectará a 65.000 personas

El simulacro de accidente químico que prepara Protección Civil para el 2 de noviembre afectará a 65.000 personas del Camp de Tarragona. Será el mayor simulacro con poblaciónque se ha hecho nunca en Cataluña y están llamados a participar habitantes de Tarragona, la Canonja, Vila-seca, Salou y Reus. La hipótesis de siniestro será un escape de cloro en una empresa del polígono petroquímico sur, que tendría un radio de alcance de tres kilómetros.

La prueba empezará a las seis de la tarde, y a las 18.30 horas sonarán las sirenas de riesgo químico. El ejercicio estrenará el sistema de alertas a teléfonos móviles, que recibirán un mensaje y emitan una señal sonora para advertir al usuario. De cara al 2023 se hará otro simulacro, en este caso en el polígono norte.

De las 45 sirenas que Protección Civil tiene en torno a los polígonos petroquímicos sonarán 20, las que cogen el ámbito de incidencia del falso accidente. En concreto, las zonas que participarán en el simulacro son los barrios de Ponent de Tarragona, las urbanizaciones Covamar y Mirador de Salou, una parte de un polígono industrial de Reus y toda la población de la Canonja y Vila-seca (núcleo urbano y la Pineda).

Uno de los objetivos de hacer la prueba por la tarde es ver cómo reaccionan tanto algunos comercios como las actividades extraescolares. El subdirector de Programas de Protección Civil, Sergio Delgado, ha comentado que no saben qué porcentaje de la población reaccionará positivamente al simulacro y al confinamiento, pero que aspiran «a que las empresas bajen las persianas». Los responsables del cuerpo han apuntado que algunas empresas grandes, como PortAventura o algunas petroquímicas, «se han comprometido a activar el plan de autoprotección y simular el confinamiento». «Es un buen paso que colaboren», ha indicado Delgado.

Entre estas compañías hay algunas cadenas de supermercados, que han expresado su voluntad de participar en el ejercicio, y de establecimientos de pequeño comercio de barrio. Eso tiene que permitir que los ciudadanos que a aquella hora estén en la calle puedan confinarse rápidamente. Así, según ha detallado el responsable territorial de Protección Civil, Joan Ramon Cabello, si se produjera una nube tóxico una persona que se confinara en casa con puertas y ventanas cerradas reduciría únicamente un 10% los efectos de la toxicidad; mientras que si las ventanas del domicilio estuvieran abiertas el nivel se incrementaría hasta el 30%. En este sentido, Cabello ha apuntado que también haría falta apagar los aparatos de climatización e intentar evitar quedarse en un coche. En el caso del simulacro del 2 de noviembre, Cabello ha instado a los usuarios del transporte público a que bajen del vehículo e intenten encerrarse en un edificio. Una medida que también es recomendable para los conductores de vehículos privados.

Difusión

Para el simulacro se han imprimido 40.000 folletos y 1.300 carteles con información sobre la prueba y qué hacer en caso de accidente químico. El material se repartirá por los municipios, en colaboración con los ayuntamientos implicados. Paralelamente, Protección Civil también ha preparado vídeos para difundir por televisión y las redes sociales, y cuñas para emitir por radio y la megafonía de establecimientos comerciales. Asimismo, durante todo octubre se están haciendo charlas y sesiones informativas a la ciudadanía y sesiones formativas a voluntarios de Protección Civil, policías y agentes cívicos.

Al mismo tiempo, en la web de Protección Civil se ha colgado un manual para la población sobre cómo actuar en una emergencia química y incluye un tutorial a fin de que las personas que tengan un teléfono móvil antiguo puedan configurarlo para recibir los avisos de emergencias como el que se utilizará en el simulacro. Los aparatos más nuevos ya tienen el sistema activado por defecto.

Este sistema Cell Broadcasting se estrenará en Cataluña durante la prueba. Delgado ha explicitado que «el botón se pulsa desde Madrid», y que es el Cecat quien envía un mensaje a la administración general del Estado. Además, al ser la primera vez que se utiliza, «puede pasar de que no lo reciba todo el mundo», ya sea por las características del teléfono o por dificultades de la compañía telefónica. Tal como ha dicho, también se puede dar el caso de que por cuestiones tecnológicas el mensaje lo reciban personas de fuera el radio de las sirenas. «El mensaje hace ruido, es una alerta y no un SMS. Hasta que no lo lees no se va y en cada dispositivo es diferente», ha concretado el dirigente de Protección Civil.

Con todo, durante el simulacro se hará difusión del ejercicio a través de las redes sociales de Protección Civil y habrá dos convocatorias para los medios de comunicación. Sin embargo, en este caso, los equipos de emergencias no participarán, ya que la activación de las sirenas será durante sólo unos minutos y el objetivo es que tome parte la población. Los servicios especiales regularmente ya hacen maniobras simulando emergencias en el interior del polígono petroquímico o al puerto de Tarragona. Finalmente, y a posteriori, la ciudadanía, las empresas y las entidades podrán rellenar una encuesta en la que podrán valorar el simulacro y detallar cómo han actuado ellos mismos y si han detectado alguna carencia.