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Faltan voluntarios en Tarragona para luchar contra la soledad de las personas mayores
La Fundación Avismón llegó hace un año y medio a Tarragona para ofrecer servicios de acompañamiento y apoyo a este colectivo
«Atendemos personas mayores en situación de soledad no querida y en riesgo de aislamiento social», explica Laura Llopart, trabajadora social y responsable de la Fundación Avismón en Tarragona. Este proyecto se inició en 1996 en el término municipal de Barcelona y hace dieciocho meses llegó a la ciudad tarraconense.
Actualmente, atienden 26 personas de avanzada edad que están dadas de alta en la fundación y, de momento, sólo son 10 los voluntarios que se encargan de ofrecerles el servicio: «Podemos hacer el seguimiento telefónico con todos los usuarios sin ningún problema, pero tenemos una lista de espera para el servicio de acompañamiento semanal individual y presencial». Además, la previsión es que el número de usuarios aumente en los próximos años, haciendo crecer también la necesidad de incorporar a más voluntarios para cubrir las necesidades de todo el mundo. «Esta realidad que sufren las personas mayores ya existía antes, pero el confinamiento puso más de relieve este problema», afirma Llopart. De hecho, en Barcelona se ha triplicado el número de usuarios con respecto a antes de la pandemia.
En Tarragona, no han vivido este crecimiento, ya que empezaron a operar hace relativamente poco, pero la responsable de la Fundación Avismón cree que «cuando se empiece a conocer más en la ciudad que existe este servicio, seguramente el número de personas mayores que vendrán a darse de alta aumentará considerablemente».
Los usuarios llegan a la Fundación a través de derivaciones del Instituto Municipal de Servicios Sociales de Tarragona (IMSST) y de los diferentes CAPs. «Los trabajadores sociales nos derivan a personas que encajan con el perfil que buscamos, personas mayores sin suficiente apoyo familiar y con complicaciones para relacionarse con otro», indica Llopart, que apunta que a la Fundación llegan sobre todo mujeres viudas de unos 80 años.
«Hay personas mayores que no tienen ningún problema con estar solos, pero para otros supone un gran problema. Hemos notado que muchos llegan con el ánimo bajo, tristes y frágiles, y con una gran necesidad de hablar», asegura la trabajadora social.
Desde la Fundación Avismón se ofrecen tres servicios diferentes de manera individualizada. «Realizamos el seguimiento telefónico semanalmente haciendo una llamada a todos los usuarios para dar apoyo emocional, interactuar con ellos y saber cuál es su estado», comenta Llopart.
Por otra parte, las personas mayores pueden pedir el acompañamiento presencial semanal: «El voluntario visita al usuario y pueden quedarse en casa, salir fuera a pasear o jugar a las cartas o ir a un casal». Por último, se ofrecen acompañamientos puntuales, por ejemplo, para ir a una cita con su médico.
Desde la Fundación también se organizan microencuentros, «entre tres o cuatro personas de la misma zona para socializar», y macroencuentros en los que se reúnen todos los usuarios y voluntarios. «Se suele hacer por las efemérides, como la comida de Navidad o la de Primavera. Por Sant Jordi, les entregamos rosas y libros».
Llopart reconoce que estos servicios «comportan un cambio notable en los usuarios, que agradecen mucho el trabajo de los voluntarios». La Fundación Avismón hace un llamamiento a la gente para que se apunte al voluntariado a través del correo tarragona@avismon.org o llamando al 933 325 858, para poder seguir cubriendo las necesidades de todas las personas mayores en situación de soledad no querida.