Autor de 'La mentira más bonita' (Proa)
Libros
«Nuestra generación tiene que pasar página del proceso»
En su última novela Serés ficciona la historia de una pareja de profesores desencantados por el Proceso
—Me gustaría empezar la entrevista con tres porqués. El primero: ¿por qué ha decidido escribir una reflexión sobre el Proceso desde la ficción?
—Primero, por saturación de la opinión pública: yo ya no puedo asumir una tertulia o un artículo de opinión más, no hemos dado más que dar vueltas. Ahora quería mirármelo desde otro punto de vista, desde la libertad absoluta de ver qué dicen los amigos, qué dice la gente de la calle, de ver qué hacemos con toda esta masa de energía que ha quedado en el país después de todo lo que ha pasado. Ahora, este también es el libro más difícil que he escrito, porque hay una parte de introspección personal, pero también de introspección colectiva, de la cual poco o mucho, tú también te tienes que hacer responsable. Y no es fácil.
—El segundo por qué: ¿por qué precisamente ahora, en este momento? ¿No nos hace falta un poco más de perspectiva?
—Pienso que para describir el estado emocional de la gente, esta introspección que comentaba, no nos hace falta. También pasa una cosa, y es que han sido unos años tan intensos que parece que cada año hayan sido muchos. Además, la pelota es tan grande que la tenemos aquí, cerca. Ya vendrán otras novelas que desmentirán la mía, la complementarán o dirán que estaba equivocado. Pero pienso que era el momento de capturar este estado de ánimo, de hacer una foto con una profundidad de campo bastante elevada.
—Y, finalmente, ¿por qué los protagonistas que hacen esta reflexión son un director y una profesora de instituto a punto de jubilarse?
—Eso ya es decisión del escritor, es forma pura. Me permite tener dos personajes que pueden condensar una historia personal y colectiva, porque por un instituto pasa todo el mundo, y se puede ver como van cambiando las generaciones. En el instituto eres representante de tu cultura delante de los alumnos y, por lo tanto, era una manera de añadir responsabilidad. Después, la novela es muy honesta con el lector, en las primeras páginas le dice: Ahora, estos dos personajes están durmiendo, y cuando se despierten les pasará aquello y aquello. Y todo sólo durará un día. Por lo tanto, el lector puede decidir si entra o no. El toro está allí, en medio del pasillo y le espera, y el lector puede optar por ir a ver cómo es este toro.
—Los protagonistas se sienten engañados, pero hay más desencanto que rabia.
—Sí, porque pienso que es así, en general hay más desencanto que rabia, aunque en la novela hay de todo, también hay personajes más crispados. Pero ellos son profesores de instituto y, por lo tanto, tienen la responsabilidad a un metro de distancia. No se pueden permitir no estar a la altura de las circunstancias, y es por eso que una parte importante de la novela es este deber cívico que les impide mostrarse airados. Pero se sienten decepcionados, empezando por estar dolidos con ellos mismos por haber confiando tanto, porque también era responsabilidad nuestra haberlos fiscalizado más. Después, también piden responsabilidades, porque no es igual confiar que faltar a la confianza, hay grados de responsabilidad. En el fondo, es un choque de legitimidades.
—Uno de los protagonistas, Carles, habla delOtro Proceso, señalando que, reconocido o disimulado, todo el mundo lo acabará pasando.
—Yo creo que todos lo estamos pasando, aunque lo hacemos por dentro. Fíjate en que pasa una cosa muy curiosa: las imágenes de las manifestaciones ya no salen en la tele. ¿Por qué? Porque deslegitiman el presente. Y eso es muy duro para la gente que gobierna. Tú sacaste a muchísima gente a la calle y prometiste solemnemente no sé cuantísimas cosas. Y hay una distancia enorme entre las palabras y los hechos, un agujero negro que, como nadie lo verbaliza, va creciendo y creciendo. Hay quien dice Nuestro dolor no quiere ruido, o Mejor que miremos hacia delante. Incluso Hemos hecho un diagnóstico . ¿Te estás riendo de mí, o qué?
—También afirma que tenemos que pasar un luto, pero que será muy difícil cerrarlo sin una explicación por parte de los políticos o, más bien, una confesión que todo era mentira.
—Nuestra generación tiene que terminar, porque si no, los jóvenes se encontrarán con que no sabrán qué pasó allí. Hay promesas hechas, y las promesas son deudas. Alguien tiene que dar explicaciones sobre estas deudas. No hace falta que los paguen, porque ya sabemos que no los podrán pagar, pero dadnos una explicación.
- Toni Soler ha dicho de su libro: Se tiene que leer. Si hace falta, discrepar, pero se tiene que leer . ¿Quería provocar el debate?
—De entrada, déjame decir que yo soy unmindundi igual que todo el mundo. Me he manifestado, he cortado carreteras, pero no me considero más autorizado que nadie. Pero de pequeño ya hacía una cosa que fastidiaba mucho a mi madre, y es que no puedo callar. Yo sé que la novela generará debate, pero bienvenido sea. Si le dices a una persona que irás a las 12, le haces una promesa. Si no vas y el otro te espera, estás comprometiendo el tiempo y la vida de aquella persona. ¿Por qué no has ido? O, más grave todavía: ¿si sabías que no irías, por qué no se lo dijiste?