Sociedad
El japonés y el euskera, protagonistas de los cursos de idiomas en los centros cívicos tarraconenses
El Ayuntamiento ofrece talleres de inmersión en diferentes lenguas, algunos de los cuales utilizan el cine o la música como herramientas de aprendizaje
Euskera, japonés, inglés o catalán. Estas son las lenguas que se pueden aprender durante la temporada de otoño e invierno en los centros cívicos de Tarragona. El Ayuntamiento ofrece un total de 65 plazas para cursos de idiomas de 15 horas de duración cada uno. Estos talleres son una inmersión inicial en las lenguas, tal como expone a la consejera de Nueva Ciudadanía, Paula Varas. «Ofrecemos una pequeña cata para acercar el idioma a la gente. Es un primer paso para aquellos que después quieren profundizar», declara.
Ahora mismo, el consistorio ofrece cinco cursos de diferentes tipologías, los cuales se programan según la demanda de los vecinos. «Están orientados a lo que quiere la ciudadanía. Antes de empezar la temporada, hacemos la consulta a los usuarios de los centros cívicos», apunta Varas. De esta manera, actualmente se ofrece un taller de conversación en inglés musical en el centro cívico de Bonavista y uno de introducción a la lengua catalana de signos en Torreforta, aparte del club de cine y series organizado a Sant Salvador, donde los usuarios consumen productos cinematográficos en versión original.
Por otra parte, se desarrollan cursos de euskera (en el centro cívico de Llevant) y de japonés (en el centro cívico de Sant Pere i Sant Pau). «El de japonés está muy ligado a la juventud», expresa la consejera de Nueva Ciudadanía en referencia al boom del manga y el anime.
Clases de euskera
La decisión del Ayuntamiento de impulsar talleres de euskera y de la cultura que lo rodea surgió a raíz de la petición vecinal. «En algunos momentos, ha habido lista de espera, incluso», comenta Varas. El profesor del curso, Germán Eizaguirre, es originario de Irún, en el País Vasco, y llegó en el 2015 a Tarragona para estudiar al doble grado en Ingeniería informática y en Biotecnología de la Universidad Rovira i Virgili. Ahora hace el doctorado, que compagina con otros trabajos, como la de profesor de euskera.
«Me contactaron del Grupo Eulen para dar clases porque tengo el C1 de euskera y necesitaban a alguien con mi perfil», manifiesta Eizaguirre, quien ya empezó la primavera pasada a enseñar su lengua en el centro cívico de Torreforta. «Me gusta bastante la dinámica. La gente viene animada y con una buena actitud, ya que es un curso opcional», relata. «Los usuarios acostumbran a verlo como una actividad social y de ocio, algo más lúdico que didáctico, añade.
Tal como detalla Eizaguirre sobre la dinámica de las clases, aparte de la lengua, también explica curiosidades y aspectos de la cultura vasca. Además, señala que «la gente empieza de cero con el taller porque es un idioma estructuralmente diferente», lo cual confirma una de las usuarias, Magalí Vincke, amante de las lenguas, con dominio de francés, inglés e italiano. «El euskera siempre me ha gustado, pero es la primera vez que me pongo. Es muy interesante, aunque la gramática y la pronunciación son complicadas. Está muy bien el ambientede las clases. Germán lo hace muy bien», indica. En paralelo a su carrera como a ilustradora, Vincke también siente vocación por las lenguas e imparte clases de aquellas que domina. Al mismo tiempo, hace de intérprete y traductora.