Bajan pernoctaciones a Tarragona por ausencia de rusos y el descenso de británicos
No obstante, mientras el turismo de la Costa Daurada ha descendido en un 9,1%, el de las Tierras del Ebro -de naturaleza más rural- se ha incrementado en un 16,5%
Tarragona registra un 7,6% menos pernoctaciones turísticas que el año 2019, en una campaña marcada por la desaparición del turismo ruso y la bajada en un 18,8% del británico, según informa la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de la provincia de Tarragona (FEHT).
Entre el 1 de enero y el 30 de septiembre, Tarragona ha registrado 17,5 millones de pernoctaciones, cuando en el 2019, antes de estallar la crisis sanitaria de la covid, se situó en los 19 millones.
No obstante, mientras el turismo de la Costa Daurada ha descendido en un 9,1%, el de las Tierras del Ebro -de naturaleza más rural- se ha incrementado en un 16,5%.
Con respecto a los diferentes tipos de alojamiento, los hoteles registran un descenso del 10,1%; los campings, un 5%; y los apartamentos, un 5,5%.
La presidenta de la FEHT, Berta Cabré, ha relativizado estas cifras y ha recordado que están marcadas todavía por las medidas sanitarias por la pandemia y por el avance del curso escolar.
Por su parte, el Aeropuerto de Reus (Baix Camp) ha movido de enero a septiembre a 811.412 pasajeros, un 85,9% más con respecto al mismo periodo del 2019.
El mercado nacional se ha incrementado en casi un 7% y supone ya al 58,6% de los visitantes. Por el contrario, todos los mercados extranjeros experimentan un descenso, excepto el irlandés con un crecimiento del 15%.
Hay que destacar la desaparición total del turista ruso, muy fiel a la Costa Daurada y de perfil de alto poder adquisitivo, por la guerra con Ucrania y la incertidumbre que genera el conflicto bélico.
Cabré señala que la temporada baja que se inicia ahora es «similar a la del 2019», con previsión «de ocupaciones medianas en los establecimientos que sigan abiertos» gracias al «turismo sénior centroeuropeo, el turismo deportivo y el de acontecimientos».
El FEHT encara la próxima temporada con «mucha incertidumbre», según su presidenta, debido a la crisis energética, al incremento de los costes de suministros y laborales y al contexto macroeconómico en Europa.
Sin embargo, el sector seguirá con su estrategia de inversiones en mejoras -este año asciende a 70 millones de euros- centradas, sobre todo, en sostenibilidad.