Medio ambiente
«Para hacer frente al cambio climático es primordial cómo construimos el territorio»
Enric Aguilar, investigador del grupo de búsqueda C3 de la URV, apunta que hay que actuar más deprisa
Un clima más cálido, menos precipitaciones y más irregulares y episodios extremos más frecuentes. «El Camp de Tarragona no tendrá ningún aspecto diferencial con respecto a otras regiones mediterráneas, la cuestión es cómo hacemos frente a la situación. Tenemos un territorio intensamente ocupado y urbanizado, pero, al mismo tiempo, tenemos capacidad de adaptación», comenta Enric Aguilar, investigador del grupo C3 de la Universidad Rovira i Virgili, el Centro en Cambio Climático, el principal aspecto que se está tratando en la COP27, la cumbre del clima celebrada estos días en Egipto. Aguilar considera que la transición energética se tendrá que acabar haciendo por razones económicas: «Acabará siendo más barato que otras fuentes de energía». Hasta ahora, cataloga de insuficientes las actuaciones realizadas por la administración pública para mitigar los efectos del cambio climático.
«Es evidente que no vamos lo bastante deprisa», expresa. «La costa está totalmente desnaturalizada por las construcciones y este verano hemos visto inundaciones preocupantes, pero la evolución del clima en Tarragona es la esperada para toda la franja mediterránea», añade Aguilar en referencia a episodios como los de Santa Tecla.
El investigador pide a las entidades públicas «desarrollar planes reales de transición energética y ponérselofácil al ciudadano». Considera esencial que las propuestas no generen «animadversión» entre la población con el fin de poder alcanzar los objetivos. Como aspecto positivo, destaca que, en los últimos años, la ciudadanía ha tomado bastante conciencia del problema climático. «Después del Climategate de 2009 hemos conseguido demostrar con evidencias que el tema va de verdad», indica.
Al mismo tiempo, asegura que «no estamos a tiempo de cumplir los acuerdos de París». Con respecto a la COP27, explica la relevancia de los pequeños estados. «Me gusta escuchar a los representantes de estos países, como Tuvalu y el resto de la Polinesia, que son los más perjudicados por el cambio climático, pero tienen poco impacto en el medio ambiente y pocos recursos para adaptarse. Tienen voz propia, pero después se toman las decisiones que se toman», lamenta Aguilar.
Investigación climática
Desde la URV, diferentes grupos de investigación estudian el cambio climático y sus efectos, que se coordinan a través del Instituto Universitario de Recerca en Sostenibilidad, Cambio Climático y Transición Energética (IU-RESCAT), organismo que la Generalitat reconoció el pasado verano.
La IU-RESCAT, formado por 17 grupos de búsqueda y 90 investigadores, es un organismo transversal y multidisciplinar que comparte datos relacionados con el clima para poder aplicarlos a diferentes especialidades, como la economía sostenible, las ciencias de la salud, el derecho ambiental o las aplicaciones tecnológicas, entre otros.
«Nos acercamos también a instituciones públicas para favorecer la transferencia de conocimiento, ponerlo al servicio de la ciudadanía y desarrollar proyectos nacionales y europeos», comenta Aguilar.
Uno de los grupos de búsqueda que forma parte de la IU-RESCAT es, precisamente, el Centro en Cambio Climático C3, dirigido por Manola Brunet. «Somos un grupo pequeño, pero muy activo», expone Aguilar. El equipo de nueve personas del C3 se encarga de generar bases de datos de calidad y llevar a cabo análisis sobre el cambio climático.
«También hemos ido evolucionando en los últimos años hacia la oferta de servicios», relata Aguilar sobre el hecho de compartir el conocimiento y los datos con el fin de ayudar a desarrollar proyectos. La gestión de las estructuras ferroviarias italianas, la detección de información periodística falsa o la elaboración de tesis doctorales son algunas de las aplicaciones de los datos del C3, aparte de la divulgación y concienciación sobre la emergencia climática.