«El desconocimiento hace que algunas empresas no cojan a gente con epilepsia»
La asociación Si jo puc, tu també, con 70 socios, visibiliza el trastorno y colabora en la investigación
Charlas, grupos de ayuda mutua, caminatas, salidas culturales... La asociación tarraconense Si jo puc, tú també#Epilep trata de dar visibilidad a la epilepsia a través de diferentes actividades y normalizarla socialmente. La entidad, fundada en el 2018, cuenta con unas 70 personas entre gente con el trastorno, familiares, amigos o, simplemente, interesados. «50 millones de personas en el mundo tienen epilepsia», expone el presidente, David Sanahuja. Sin embargo, algunas empresas, por desconocimiento, evitan contratar a gente con el trastorno, tal como apunta.
«Cuando explicas bien qué es y el protocolo a seguir ante una crisis, se dan cuenta de que pueden contratar agente con epilepsia sin problemas», relata el presidente sobre las charlas que llevan a cabo, las cuales van más allá del ámbito empresarial. Instituciones públicas, hospitales y escuelas también se benefician de los talleres didácticos. Además, este año, tal como detalla el mismo Sanahuja, han destinado 16.100 euros, provenientes de las donaciones recibidas, al Hospital de Bellvitge con el fin de desarrollar cuatro investigaciones.
Otras actividades organizadas son las carreras y las caminatas, como la que se hará el próximo 20 de noviembre en el Port. «La gente con epilepsia tiende a quedarse en casa porque no sabe cuándo tendrá una crisis, entonces es más susceptible a la depresión», comparte Sanahuja. Las salidas culturales y patrimoniales, entre otras actividades, pretenden crear un espacio de confort. Por otra parte, Si jo puc, tu tambéorganiza, una vez al mes, grupos de ayuda mutua a los cuales también asisten alrededor de veinte personas y profesionales del Centro de Psicología y Pedagogía Àgora. «Es un espacio para intercambiar experiencias y resolver dudas», indica Sanahuja.
Atención pediátrica
En el Hospital Joan XXIII, el servicio de neuropediatría cuenta con unos 110 niños con patologías neurológicas. Con respecto a la epilepsia, la neuropediatra Mireia Álvarez distingue dos clases: las focales, que, en caso de crisis, generan unos síntomas concretos, y las generalizadas, que pueden llegar a provocar convulsiones. Desde el área de neuropediatría, que cuenta con niños de entre 0 y 15 años, ofrecen un servicio transversal a los niños con el fin de hacer frente a la epilepsia y todo lo que implica, así como otros trastornos de la salud mental a los cuales puede derivar. Aunque se puede convivir sin grandes dificultades con la epilepsia, Álvarez destaca la importancia de mantener unos buenos hábitos. «El insomnio o la estimulación visual pueden aumentar la frecuencia de las crisis», comenta en referencia al uso excesivo de las nuevas tecnologías.