La URV coordina un proyecto para definir las mejores playas y días para hacer surf

El grupo de investigación Centro en Cambio Climático C3 de la Universitat Rovira i Virgilicoordina un proyecto que pretende definir los mejores días y lugares para la práctica de surf. «Intentamos crear un modelo preciso para conocer las condiciones específicas de las playas cada día», expone la investigadora Anna Boqué sobre el desarrollo de una plataforma que permitiría a la comunidad surfista saber el estado de la costa de manera más concreta que ahora.

El proyecto nace con la intención de «transformar datos climáticos en información útil para tomar decisiones», según comenta Boqué. El estudio ha seguido tres pasos, el primero de los cuales consistía en definir las variables meteorológicas que influyen en la práctica de la modalidad deportiva en la península Ibérica, como la altura, la dirección o el periodo de las olas.

A partir de aquí, los investigadores, en el segundo paso, estudiaron la necesidad de desplegar una plataforma que reuniera la información de las condiciones meteorológicas de la playa. «Después de 400 encuestas, vimos que el cien por cien de los encuestados se informa sobre el estado de la costa antes de ir, sea siempre o algunas veces», relatala investigadora del C3. Al mismo tiempo, asegura que los modelos de predicción actuales tienen en cuenta áreas muy extensas, lo cual quita exactitud a los indicadores.

Por este motivo, después de conocer las variables meteorológicas que influyen en la práctica del surf y las necesidades de los surfistas, el grupo de investigación trabaja en la creación de una herramienta mucho más precisa que permita obtener valores de oleaje y de viento cada 100 metros. «La plataforma también tendría en cuenta la experiencia del surfista. Ofrecería indicadores para diferentes niveles», detalla Boqué. El C3, que trabaja conjuntamente con el Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria, valora positivamente la evolución del proyecto de acuerdo con la aplicación de los datos históricos en el modelo.

Por otra parte, Boqué evalúa el impacto del cambio climático, en concreto, de la subida del nivel del mar y del cambio de la marea, en la práctica deportiva. «En el caso del Mediterráneo, la marea no influye tanto, pero el hecho de que haya menos precipitaciones, pero más intensas, puede hacer que se reúnan las condiciones idóneas para hacer surf. Es un escenario que nos planteamos», señala. Al mismo tiempo, los episodios extremos podrían romper los bancos de arena creados en el fondo marino,los cuales ayudan a formar las olas.