Patrimonio
Los restos arqueológicos no impedirán edificar en Estanislau Figueras, 14 en Tarragona
La Comisión Territorial del Patrimonio Cultural ha autorizado que se construya el inmueble cuando se complete la excavación del depósito y el silo
La Comisión Territorial del Patrimonio Cultural, órgano de la Generalitat, ha autorizado que prosiga el proyecto de construcción de un edificio plurifamiliar de trece viviendas en el número 14 de la avenida de Estanislau Figueras, según ha podido saber Diari Més. En el derribo del bloque que ocupaba este lugar, efectuado poco antes del verano, se encontró un silo medieval y un depósito de época contemporánea, fechado entre los siglos XIX y XX y descubierto en un estado de conservación «muy irregular».
Con todo, la edificación del nuevo inmueble quedará sujeta a una serie de condicionesque tendrán que ser previamente autorizadas por el Departamento de Cultura de la Generalitat. En concreto, se acordó que se completaría la excavación del depósito y que se abriría el acceso al silo, siempre que no se comprometa la estabilidad de las estructuras desenterradas. Posteriormente, se tramitará el correspondiente tratamiento de los restos afectados y se completará el control arqueológico de los movimientos de tierras que puedan quedar pendientes.
En estos momentos, el proyecto está parado a la espera de efectuar las intervenciones. Una vez finalizadas, la Comisión dará luz verde a la construcción del edificio si desde el Ayuntamiento de Tarragona se otorga la licencia de obras pertinente.
Un depósito contemporáneo
Los restos arqueológicos se encontraron una vez se había acabado el derribo del antiguo edificio número 14 de la avenida de Estanislau Figueras y cuando se iban a hacer los cimientos del nuevo bloque . El arqueólogo Marc Dalmau, quien informó Diari Més del hallazgo, apuntó que podría tratarse de una cisterna que, con el paso del tiempo, se acabaría utilizando como subterráneo. También detectó, enla tierra extraída en el transcurso las obras, restos de cerámica que podrían fecharse de las edades antigua, media, moderna y contemporánea, además de un fragmento de tierra sigilada, una cerámica de lujo que se utilizaba en época romana. A pesar de todo, remarcó que los fragmentos eran tan pequeños que no tenían prácticamente valor económico.
Por su parte, el presidente de honor de la Real Sociedad Arqueológica Tarraconense, Rafael Gabriel, planteó la hipótesis que los restos, junto con los que se habían descubierto con anterioridad enlos números 3 y 18 de la misma avenida, podrían pertenecer al convento de Santa Anna. Conocido como iglesia de los Sants antes de la llegada de la Ordre de Sant Agustí, era uno de los «templos extramuros de la Tarragona medieval». Construido entre los años 1194 y 1214, fue primero una leprosería, el espacio donde se aislaban las personas leprosas que se estaban sometiendo a un tratamiento. Finalmente, desapareció en el transcurso de la guerra dels Segadors, entre 1640 y 1642.
A pesar de todo, la Dirección General de Patrimonio Cultural descarta esta teoría. La institución asegura que el depósito se fecha «en plena época contemporánea», entre los siglos XIX y XX, a partir de la presencia «de cerámica vidriada marrón y baldosa contemporánea», elementos que forman parte de los muros. «Este hecho hace que sea incompatible con una construcción de los siglos XII y XIII», concluye la Dirección General de Patrimonio Cultural.