Los robots se hacen un sitio entre los camareros de los restaurantes de Tarragona

Los tequeños y las arepas son dos de las especialidades de The Cube. Quien decida degustar la cocina venezolana en cualquiera de los locales que regenta Pablo Joaquín Rosas se encontrará, sin embargo, con una sorpresa. Si bien una persona le tomará nota, será Michi el encargado de llevarle el plato a la mesa. Se trata de un robot camarero modelo Bellabot con rostro felino. La situación se repetirá si se opta por comer en el restaurante Sapporo de la plaza de las Corts Catalanes. También, en El Pòsit, en Cambrils. Rosas adquirió el robot ocho meses después de abrir su primer restaurante enTarragona, The Cube Day. «Pensé que ayudaría a mis camareros», afirma. Y es que aunque los prejuicios digan lo contrario, Rosas asegura que el robot nace con la intención de facilitar el trabajo a los restauradores y no de ahorrarse puestos de trabajo.

«Si estoy haciendo un cóctel o explicándote la carta, Michi puede sacar la comida para que no pierda calor –se le establece una ruta predeterminada que recorrerá, pero se detendrá si detecta un obstáculo. De esta manera, podemos ofrecer un trato más exquisito a los clientes», justifica Rosas.

El mismo argumento rienda en el restaurante japonés Sapporo. Cuando inauguró su segundo local en la ciudad el pasado julio, Bellabot fue su nuevo fichaje. «El robot, por sí solo, no sabe nada. El servicio lo hacen los camareros. La máquina sólo lleva los platos», defiende su propietaria.

Àngel Pérez es uno de los propietarios y director comercial del grupo El Pòsit. En octubre del 2021, su equipo apostó por la introducción de autómatas en el servicio porque consideraba que supondría un beneficio para la salud de los trabajadores.

«Hicimos un cálculo y concluimos que un camarero camina en el local de Cambrils unos 200 kilómetros cada mes. Al día, tenía que cargar más de 300 kilos de platos y vasos. Eso suponía bajas, dolores de espalda... Con el robot, el problema ha desaparecido», detalla Pérez.

El director comercial de El Pòsit comenta que el Bellabot también permite descongestionar la cocina y que el camarero centre sus esfuerzos enatender al cliente. Si no se ha instalado también en el restaurante que el grupo tiene en el Serrallo es porque el robot tendría dificultades para moverse por el espacio. «Nosotros continuamos con la misma plantilla. No hemos pensado en sustituir a nadie», añade.

Un reclamo publicitario

Tanto Pérez como Rosas coinciden en considerar el Bellabot como un gran reclamo para atraer a los potenciales clientes. El chef venezolano incluso explica que se está planteando adaptarlo para que leayude a repartir folletos publicitarios por la avenida Catalunya.

Con todo, sus innovaciones no han estado exentas de crítica. «Al principio, había gente que decía que no vendría porque no quiere que lo atienda un robot. Entre un 5 y un 10% de las personas que lo han visto, lo han criticado», señala el director comercial de El Pòsit. El mismo porcentaje de respuestas negativas se ha encontrado el propietario de The Cube.

El pensamiento mayoritario, sin embargo, parece ser más que positivo. «Mucha gente viene a ver a Michi y le hacen fotos», expresa Rosas. El único aspecto negativo que tiene el robot, en palabras del venezolano, es que, si no se le pone el «modo estable», se puede desestabilizar al bajar rampas y, entonces, tirar comida.