Muchos comercios de Tarragona tienen problemas para poder aplicar el Bono Cultural Joven

Trámites lentos, comunicación escasa, mucha documentación... Estos son algunos de los problemas que están poniendo trabas en algunas librerías, cines y entidades culturales a la hora de aplicar el Bono Cultural Joven, la ayuda económica del gobierno central destinada a los nacidos en el año 2004.

De esta manera, los jóvenes de 18 años disponen de 400 euros para gastar en productos y servicios culturales. Sin embargo, aprovecharlos no está siendo sencillo. «Está siendo caótico», define el secretario técnico del Gremio de Libreros de Cataluña, Marià Marín. La librería Adserà, con un establecimiento en la Rambla Nova de Tarragona y otro en Valls, es una de las afectadas. Aunque está adherida en la campaña y ha recibido en torno a 40 jóvenes que querían utilizarlo, todavía no ha podido sacarle provecho.

«Contactamos con el Ministerio de Cultura y nos derivó a los bancos, los que, a su vez, nos derivaron al Ministerio», relata Gertri Adserà, quien añade que le dijeron que podría tratarse de un problema técnico del datáfono. Sea como sea, la librería y algunos de sus clientes todavía no se han podido beneficiar. Como consecuencia, Adserà señala que muchos jóvenes han anulado pedidos y han utilizado el Bono en grandes cadenas, donde, según comenta Adserà, parece que sí que funciona.

Por otra parte, hay empresas y entidades culturales que todavía están esperando finalizar los trámites y recibir luz verde por parte del gobierno español, como es el caso de La Capona de Tarragona. «Todavía hay equipamientos culturales que no están dados de alta u otros que no lo saben», explica desde el Gremio de Libreros Mariano Marín.

El mismo Marín calcula que hay entre un 20% y un 30% de las librerías de Cataluña afectadas y manifiesta que también hay jóvenes a la espera. Al mismo tiempo, especifica que algunos comercios recibieron un acuse de recibo del Ministerio donde se indicaba que toda la documentación era correcta.

«Hay gente que lo recibió y se piensa que ya está dada de alta, pero todavía no», afirma. El secretario del Gremio de Libreros dice que hay una avalancha de problemas de tramitación informática y pide al gobierno que «si falta algún papel, que lo notifique».

Según apunta Marín, desde el Ministerio de Cultura responden que los establecimientos se van adhiriendo teniendo en cuenta la orden de presentación de documentos. Sin embargo, ante «la multitud de quejas por todo el Estado», añade que la comunicación es muy difícil, motivo por el que el Gremio ha pedido que se leconsidere interlocutor en representación de las librerías de Cataluña para facilitar la resolución.

A su vez desde el Ministerio de Cultura defienden que no se tiene constancia que haya problemas en «entidades y empresas culturales siempre que estén adheridas correctamente y hayan completado todos los datos requeridos para formar parte del Bono Cultural Joven». La administración añade que esta misma semana se ha recordado la importancia de darse de alta y revisar la documentación pedida.

Más allá de las librerías, hay otras empresas y entidades culturales que han sufrido la lentitud de la burocracia, como es el caso de las salas Ocine de les Gavarres. Después de meses de espera, ayer por fin llegó la notificación que confirmaba que podían empezar a utilizarlo, tal como comenta el gerente, Josep Eduard Príncep. «Han tardado. Presentamos la solicitud al principio y ahora nos han dicho que ya podemos», expresa.

Al mismo tiempo, duda si el cine podrá sacar mucho de provecho por haberse adherido semanas después del inicio de la campaña. «Hay compañeros de otros cines que hace un mes que lo tienen», puntualiza Príncep. Marín es optimista y cree que la situación se resolverá pronto: «Confiamos en que para la campaña de Navidad se haya solucionado todo, sobre todo para las librerías y el teatro, sectores donde las ventas suben mucho».

Sólo el 43% de los jóvenes

Con respecto a los principales beneficiarios del Bono, en la provincia de Tarragona lo han solicitado 3.887 jóvenes de 18 años de un total de 8.911 posibles beneficiarios. Es decir, sólo un 43,62%, según datos del gobierno español.

Serrat Guasch, vecina de Riudoms, apunta que empezó el trámite, pero, al ver la complejidad del proceso burocrático, desistió. «Era como hacer una gincana, teníamos que conseguir mucha documentación y era bastante caótico. Podrían haberlo hecho más fácil», expone. Además, explica que amigos beneficiarios no han podido utilizarlo en varios comercios.

«Tanto el trámite para jóvenes como el trámite para entidades son muy pesados», resume Adserà. «No me extraña que la gente se acabe echando atrás», añade. Tal como señalan desde la librería tarraconense y desde el Gremio de Libreros, también hay muchos jóvenes nacidos en el año 2004 que todavía están esperando a recibir el Bono.