Los trabajadores del EMT consideran necesario aumentar frecuencias

Los trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes de Tarragona (EMT) consideran necesario aumentar el número de frecuencias del servicio de autobús a causa de la alta demanda. «Es, incluso, superior a la de antes de la pandemia. Por ejemplo, el número de viajeros de la línea 54 ha crecido mucho», apunta al secretario del comité de empresa, Rubén Vaquero. Por este motivo, expone que habría que incrementar la plantilla, más allá de los 24 conductores que actualmente trabajan de forma provisional y se convertirían en fijos si el Estado da luz verde.

En este sentido, el EMT está esperando la respuesta del gobierno central con el fin de poder aumentar hasta 168 la plantilla de conductores definitivos (actualmente hay 144), la cual considera necesaria en función del servicio actual y del informe presentado por la gerencia de la empresa municipal, el cual solicita obtener autorización de excepcionalidad por parte del Estado para superar el umbral máximo de la tasa de reposición permitida por la Ley 22/2021, de 28 de diciembre.

Este punto, así como la estructuración de la plantilla, es uno de los acuerdos que adoptaron hace unos meses el EMT y el comité de empresa para parar la huelga de los trabajadores, que reclamaban mejoras en las condiciones laborales. Estas se tendrían que ver reflejadas en el próximo convenio, el cual los trabajadores quieren negociar antes del 31 de diciembre, la fecha límite que marcaron. «El convenio actual es de hace una década y hay que adecuarlo a las necesidades actuales», expresa Vaquero.

El mismo Vaquero repasa los acuerdos adoptados entre el comité de empresa y el EMT, algunos de los cuales ya se han solucionado, como la adecuación de las cocheras, donde se han mejorado los lavabos y se han instalado nuevos surtidores para los vehículos, o la equiparación de la jornada laboral con el resto de trabajadores municipales.

Al mismo tiempo, según el secretario del comité de empresa, también se ha dejado de externalizar el servicio de vigilancia, que lo componen hoy día nueve trabajadores de la empresa. Dos de ellos tienen un grado de incapacidad para conducir, un factor que tendría que hacer que se les diera prioridad por la tipología de la tarea, tal como señala Vaquero. «Hay una tercera persona con una incapacidad que también pidió hacer el servicio de vigilancia, pero se le ha dejado fuera. Eso nos hace pensar que la selección es arbitraria y no se sigue un mismo criterio», comenta Vaquero.

Por otra parte, desde el comité de empresa también se considera que hacen falta una o dos personas de atención al cliente y todavía esperan que se resuelva positivamente la propuesta de que hicieron sobre el sueldo durante los periodos de Incapacidad Temporal. «Con el fin de erradicar las discriminaciones entre los diferentes colectivos de la empresa, pedimos que algunos conceptos salariales, en el ejercicio de las funciones correspondientes del colectivo, pasen a ser parte de las retribuciones ordinarias y estructurales», indica Vaquero. Al mismo tiempo, los trabajadores también han hecho una propuesta para aumentar en 150.000 euros la productividad. El proceso de cumplimiento de los acuerdos está siendo «lento», tal como expone al secretario del comité, quien mantiene el optimismo para que el Estado apruebe antes de acabar el año la conversión de 24 conductores provisionales en definitivos.